14 octubre, 2007

¡No al parque eólico!


Publicado en EL MUNDO el 28 de septiembre de 2007
Si no ocurre un milagro, cosa poco probable, dentro de unos meses comenzarán las obras del parque eólico del Espigón, con el beneplácito de los grupos ecologistas de Huelva, que apoyan este tipo de energías renovables; pese a tener que lamentar la pérdida de miles de aves que serán devoradas por las aspas de estos mastodontes, en su intento de llegar al Paraje Natural Marismas del Odiel. ¡Qué incongruencia!
Ha habido un hermetismo absoluto sobre este proyecto que se empezó a gestar hace seis años, y el ciudadano de a pie, nada sabía hasta hace bien poco. En Mazagón todavía no se ha escuchado una voz, ni a favor, ni en contra, por parte de los políticos y de las asociaciones vecinales. Juan Ceada, presidente de Corporación Eólica de Huelva, lo tiene todo a su favor: a los grupos ecologistas, a la Junta de Andalucía —gobernada por el partido al que él pertenece—, y al pueblo, desinformado e impotente. Todo. Recientemente, Los Verdes, han exigido a la Junta que autorice la puesta en marcha del parque eólico, algo por lo que Ceada se tendrá que sentir muy agradecido.
El principal motivo de este proyecto no es el ecológico ¿Se van a desmantelar las centrales contaminantes de Endesa y Unión Fenosa, una vez que el parque esté a pleno rendimiento? Seguro que no. Y mucho me temo que la producción del parque del Espigón, ni siquiera se consuma en Huelva y sea exportada a otras provincias que la demanden.
La energía eólica es una energía limpia, de eso no hay ninguna duda, pero también es barata y va a contribuir a enriquecer aún más a las compañías eléctricas. Lo verde está en alza y se vende bien, pero si le quitamos el disfraz verde a esos molinos, veremos que en su interior se esconde un interés puramente económico.
Este parque eólico, que será instalado frente a la urbanización Ciparsa, va a afectar negativamente a la economía del sector turístico de Mazagón y a la calidad de vida de todos sus habitantes, por su impacto visual, paisajístico, e incluso, acústico.
Mazagón, que soñaba con ser un destino turístico en un futuro próximo, por su privilegiado enclave y la infraestructura hotelera que se está creando, quedará después más aislado de lo que está. Quien nos visite por primera vez y se encuentre con 28 gigantes de 90 metros de altura, con una cabeza de 45 metros de diámetro, seguro que no volverá a bañarse en nuestras playas.
Estamos tan sensibilizados con la protección del medio ambiente que a veces sacrificamos demasiadas cosas. SI a la energía eólica, pero NO a cualquier precio y en cualquier lugar.
José Antonio Mayo Abargues