El pino de la fotografía pudo haber causado una desgracia. Suerte que en ese momento no pasaba nadie. Como se puede apreciar, el pino está seco a causa del incendio de la urbanización Ciparsa del pasado verano, y los vientos de los últimos días lo han derrumbado. Por este camino tienen que circular los vecinos de las urbanizaciones del Vigía para acceder a la N-442. La mayor parte de los pinos están en las mismas condiciones y son un peligro inminente. ¿A qué esperan para talarlos? ¿O es que todavía seguimos sin saber de quién es la competencia de este monte?