El mes pasado denunciaba en esta página, en el artículo “Peligro inminente”, el riesgo que corren los vecinos de las urbanizaciones del Vigía al circular por el camino de acceso a la N-442, porque los pinos quemados en el incendio de Ciparsa del pasado verano se estaban cayendo hacia el camino. Las lluvias de los últimos días favorecen la caída de estos pinos que tienen las raíces completamente secas, por lo que el riesgo de sufrir un accidente es aún mayor. ¿Tiene que ocurrir una desgracia para que alguien se tome esto en serio?