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04 marzo, 2008

SOBRE LOS MOLINOS

Antonio Jesús Crespo Hidalgo.
Publicado en Huelva Información el día 2 de marzo de 2008
Vaya por delante mi más firme con­vicción acerca de la implantación de las energías renovables (eólica, so­lar, hidráulica) que, con todo el con­vencimiento, será la salvación de es­te planeta Tierra, que va abocado a su auto-destrucción. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que en este último siglo de la aventura del ser humano por estos mundos de Dios, se le ha hecho más daño a nuestro planeta que en toda su historia. Y esto coincide con la re­volución industrial, amparada con el empleó del petróleo y el abando­no de las fuentes energéticas tradi­cionales.
Por esto, y por otras muchas cosas, mi convencimiento se afianza cada día más en el apoyo a las energías re­novables. * . Valga este preámbulo, para romper una lanza por el articulista de este periódico don Rafael Ordóñez que, en su 'Arias Breves' del día 5/02/08, hacía referencia al proyecto de ins­talación de un parque eólico en el es­pigón Juan Carlos I y que fue critica­do desmesuradamente por el señor don Victoriano Ochoa Urquiri. Como mazagonense defiendo y agradezco la postura de don Rafael a la negativa de la instalación de es­tos aéreo-generadores, no solo por el impacto visual que se origina en un lugar turístico que se pretende relanzar en estos tiempos, situado junto a un paraje natural 'Las Ma­dres' y próximo a su vez al parque natural 'Marismas del Odiel', sino porque es una instalación que, si se lleva a efecto, habría que denunciar por la vía penal a cuantas institucio­nes hayan propiciado su instalación.
Todo esto lo digo porque tengo la sa­na costumbre de leer los Boletines Oficiales, y mire usted por donde en el B.O.E. no 183 del miércoles 1 de Agosto de 2007, en el Título III, art. 32, se dice que no se podrán poner estos aéreo-generadores entre otros lugares en:
"Los accesos a los puertos de interés general o a zonas en las que existan terminales de carga o descarga, refi­nerías, factorías químicas y petro­químicas o instalaciones para el al­macenamiento y distribución de productos químicos o petroquími-cos o de combustibles líquidos". Con lo expuesto queda patente, se­ñor don Vic.toriano, que no es cues­tión del beneficio en euros que pue­da recibir el lugar en dónde se insta­len estos artefactos, al que usted ha­ce referencia en su escrito (traería más cuenta atracar un banco), lo que ocurre es que tanto una cosa co­mo la otra va en contra de la Ley y eso no se puede consentir.