15 abril, 2008

UN CIRCO LLAMADO MAZAGÓN

JUAN F. CABALLERO
ODIEL INFORMACIÓN
Pasen y vean, bienvenidos al mayor espectáculo del mundo frente a las cálidas playas de Mazagón, vean a los telepredicadores sermonear y arengar a las masas para captar a sus adeptos, a los saltimbanquis caminar por la cuerda floja en un difícil proceso. A la mujer barbuda poniendo las de su vecino a remojar o a los payasos con sus ingeniosos chistes de doble moral.
Pasen y vean el proceso de segregación más espectacular del mundo. En el duelo de dimes y diretes que está generando este conflicto, en la batalla de manifestaciones y contramanifestaciones que se están ejecutando con la mano mágica de sus líderes, nadie tiene nada que decir. El proceso de segregación de un municipio está ampliamente legislado y normalizado. Es un proceso técnico, de oficina de estudios y regulaciones. Da igual que Juan José Volante y Carmelo Romero pongan a caldo a los vecinos del núcleo costero, o que acusen al PSOE de estar detrás de Avema después de firmar con el PP pactos en el Ayuntamiento e incluso de recoger firmas contra la segregación presentadas en la Diputación, esto es además de inútil, irrisorio. Del mismo modo da exactamente igual que a una manifestación vayan 500 o medio millón de personas, no influyen, no enseñan sus garras a la administración. La segregación será o no será en función de lo que un grupo de grises funcionarios determine allá por el mes de junio, en relación los parámetros que marca la ley, no es una decisión que marque el libre albedrío de un político. Por ello, el circo que se ha montado en torno a esta polémica es absurdo y no tendrá ninguna repercusión final por mucho que se movilicen unos y otros. En mi opinión, Mazagón merece ser el municipio número 80 de la provincia de Huelva, llevan muchos años luchando por ello, han convocado cientos de actos y elecciones tras elecciones, la propuesta segregacionista de Avema arrasa en las urnas del núcleo costero. Con el tiempo han superado los 4.000 habitantes necesarios, cuentan con una oferta turística y medioambiental privilegiada, suficiente como para generar una economía solvente y capaz de salir de la crisis que nos apremia y los ayuntamiento de Moguer y Palos llevan años sometiendo a un constante ninguneo a los los habitantes de esta zona que sería mucho más prospera si su destino estuviera en sus propias manos. Es un grito casi unánime y justo, pero insisto, aunque miles de personas salgan a la calle con esta exigencia por bandera, aunque la conciencia separatista llegue al último rincón del mundo, esta guerra hay que ganarla en los despachos y con la ley por delante, cumpliendo a rajatabla con las diferentes premisas que la ley andaluza (bastante restrictiva en este aspecto) ha contemplado para este tipo de procesos. Cualquier otro intento de conseguir el objetivo es un puro brindis al sol. Desde la Asociación de Vecinos de Mazagón (Avema) llevan tiempo asegurando que su expediente de segregación cumple con todos los requisitos que marca la ley, si esto es así, no hace falta nada más, sólo que se sienten a esperar a ver a su pueblo libre de trabas políticas, controlado por el partido que los ciudadanos de ese núcleo (Avema) han solicitado en las urnas y con una maravillosa oportunidad de futuro que debiera comenzar por el fomento de un Plan General de Ordenación Urbana que racione el crecimiento hotelero y proteja el maravilloso entorno natural del que disfruta este pueblo en ciernes. Es un tiempo ilusionante para Mazagón, pese a los insultos electoralistas que llegan desde el PP y a los que deben hacer oídos sordos viniendo de bocas voraces y sin sentido, el núcleo tiene una gran oportunidad de empezar una vida nueva, será a partir de junio si el expediente es completo, y si no lo es, supongo que tendrán que volver a empezar hasta cumplir con los requisitos de un proceso que ya no tiene marcha atrás.