LA ÚLTIMA PLAYA VIRGEN DE ANDALUCÍA CONDENADA A DESAPARECER
Publicado en Huelva Información el 22 de diciembre de 2008
En los últimos años nuestro comportamiento ético sobre la protección de la naturaleza ha cambiado negativamente y nos estamos olvidando de la calidad de vida medioambiental que cada día se está degradando más. Estamos destruyendo la naturaleza en nombre del progreso, con el triste convencimiento de que es el precio que hay que pagar por ello.
El futuro medioambiental de Mazagón se presenta desolador, y si alguien no lo remedia, la última playa virgen de Andalucía será devorada muy pronto por la industria y el ladrillo.
Mazagón será la primera localidad afectada por la refinería de Balboa, que el Grupo Gallardo pretende instalar en Los Santos de Maimona (Badajoz). Se instalará una nueva boya para la descarga del crudo, y el tráfico marítimo se multiplicará con el consiguiente riesgo de derrames, que afectaría a las playas de Mazagón, Matalascañas y Doñana. Se estima un aumento de 100 petroleros más al año. Además, podría ocasionar daños en los acuíferos, en las tierras de cultivo, en los yacimientos arqueológicos y en los pasos naturales de fauna de todos los pueblos que están en el trazado.
Un parque eólico de 50 aerogeneradores de 90 metros de altura, que la empresa Corporación Eólica de Huelva tiene previsto instalar en el Espigón Juan Carlos I, afectará negativamente a la migración de las aves, al paisaje, a las playas, y a la calidad de vida de sus habitantes por el impacto visual y acústico. La urbanización Ciparsa está situada a menos de 600 metros de donde se quiere instalar. En la mayoría de los países se evita instalar estos parques en zonas cercanas a poblaciones, entornos de espacios protegidos o de rutas de aves migratorias. Este tipo de energía que tan en auge está —pues es un chollo invertir en un negocio que es subvencionado en la mayor parte por el Estado—, tiene efectos negativos que todavía desconocemos. En Dinamarca, Estados Unidos y Alemania, se están desmontando parques por el nefasto efecto que tienen en los ecosistemas locales, ya que provocan cambios climáticos al mezclarse las corrientes secas con las húmedas.
La nueva macrourbanización que se está construyendo en la zona de Ciparsa-El vigía, conocida también como el Sector 1, un lugar donde había flora catalogada en peligro de extinción y riqueza de fauna, como el lince, la nutria y el tejón, se han cortado miles de pinos, sabinas, lentiscos, labiérnagos, palmitos y otros matorrales nobles. El suelo es una mercancía que se compra y se vende de acuerdo al precio del mercado. Por eso, este terreno forestal se ha convertido en urbanizable y se ha revalorizado para sacarlo al mercado.
Los pinares del pro indiviso tienen los días contados. Un día nos levantaremos por la mañana y nos encontraremos con que ese hermoso bosque de pinos ha desaparecido, porque los intereses económicos de unos pocos así lo han decidido en detrimento de todo un pueblo. Se construirán cientos de chalés y adosados, y tal vez en la mente de los promotores esté rondando la idea de robarnos la historia de Mazagón, esos dos Búnkers que fueron construidos durante la Segunda Guerra Mundial, en previsión de una posible invasión de los aliados.
José Antonio Mayo Abargues
En los últimos años nuestro comportamiento ético sobre la protección de la naturaleza ha cambiado negativamente y nos estamos olvidando de la calidad de vida medioambiental que cada día se está degradando más. Estamos destruyendo la naturaleza en nombre del progreso, con el triste convencimiento de que es el precio que hay que pagar por ello.
El futuro medioambiental de Mazagón se presenta desolador, y si alguien no lo remedia, la última playa virgen de Andalucía será devorada muy pronto por la industria y el ladrillo.
Mazagón será la primera localidad afectada por la refinería de Balboa, que el Grupo Gallardo pretende instalar en Los Santos de Maimona (Badajoz). Se instalará una nueva boya para la descarga del crudo, y el tráfico marítimo se multiplicará con el consiguiente riesgo de derrames, que afectaría a las playas de Mazagón, Matalascañas y Doñana. Se estima un aumento de 100 petroleros más al año. Además, podría ocasionar daños en los acuíferos, en las tierras de cultivo, en los yacimientos arqueológicos y en los pasos naturales de fauna de todos los pueblos que están en el trazado.
Un parque eólico de 50 aerogeneradores de 90 metros de altura, que la empresa Corporación Eólica de Huelva tiene previsto instalar en el Espigón Juan Carlos I, afectará negativamente a la migración de las aves, al paisaje, a las playas, y a la calidad de vida de sus habitantes por el impacto visual y acústico. La urbanización Ciparsa está situada a menos de 600 metros de donde se quiere instalar. En la mayoría de los países se evita instalar estos parques en zonas cercanas a poblaciones, entornos de espacios protegidos o de rutas de aves migratorias. Este tipo de energía que tan en auge está —pues es un chollo invertir en un negocio que es subvencionado en la mayor parte por el Estado—, tiene efectos negativos que todavía desconocemos. En Dinamarca, Estados Unidos y Alemania, se están desmontando parques por el nefasto efecto que tienen en los ecosistemas locales, ya que provocan cambios climáticos al mezclarse las corrientes secas con las húmedas.
La nueva macrourbanización que se está construyendo en la zona de Ciparsa-El vigía, conocida también como el Sector 1, un lugar donde había flora catalogada en peligro de extinción y riqueza de fauna, como el lince, la nutria y el tejón, se han cortado miles de pinos, sabinas, lentiscos, labiérnagos, palmitos y otros matorrales nobles. El suelo es una mercancía que se compra y se vende de acuerdo al precio del mercado. Por eso, este terreno forestal se ha convertido en urbanizable y se ha revalorizado para sacarlo al mercado.
Los pinares del pro indiviso tienen los días contados. Un día nos levantaremos por la mañana y nos encontraremos con que ese hermoso bosque de pinos ha desaparecido, porque los intereses económicos de unos pocos así lo han decidido en detrimento de todo un pueblo. Se construirán cientos de chalés y adosados, y tal vez en la mente de los promotores esté rondando la idea de robarnos la historia de Mazagón, esos dos Búnkers que fueron construidos durante la Segunda Guerra Mundial, en previsión de una posible invasión de los aliados.
José Antonio Mayo Abargues