Playa de Mazagón, Parque Natural de DoñanaWWF apuesta por programas como el Doñana 2005 para garantizar la conservación
FUENTE: HUELVA INFORMACIÓN
Cuatro décadas después de su creación como Parque Nacional, Doñana encara el siglo XXI enfrentando retos que marcarán su devenir durante los próximos años. Lejos queda ya aquel embrión que fue la compra de una finca de 3.000 hectáreas por parte de los filántropos de WWF y la creación de la Estación Biológica. Ya lo dice el científico del CSIC y uno de los grandes conocedores de Doñana, Miguel Delibes,: "La pasión por conservar (Doñana) nublaba nuestro papel como científicos". Delibes reconoce que "hemos aprendido de la gente de la comarca y no se puede conservar sin ella". Ese es el objetivo: conservar.
El secretario general de WWF en España, Juan Carlos del Olmo, subraya que "es innegable que en estos años se han producido avances en la conservación de las marismas pero por desgracia el futuro de la zona es más incierto que nunca". Del Olmo alerta que "la presión del entorno es cada vez mayor, más incontrolable y con más capacidad de imponer los intereses locales a los generales".Los retos que se ha marcado el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza pasan por gestionar Doñana como un espacio único y desarrollar actuaciones como el Plan Especial de la Fresa, restaurar las cuencas con programas similares al Doñana 2005, mejorar la conectividad de los espacios naturales creando una red de corredores ecológicos, luchar contra las especies invasoras y declarar la comarca como zona libre de eucaliptos impidiendo nuevas plantaciones y asegurar a largo plazo la viabilidad de las poblaciones de lince ibérico y águila imperial. Del Olmo cree que Doñana "no merece un regalo de cumpleaños tan letal como el oleoducto Huelva-Zafra, que atraerá más de 100 petroleros cada año a la zona con un constante riesgo de marea negra".
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Cuatro décadas después de su creación como Parque Nacional, Doñana encara el siglo XXI enfrentando retos que marcarán su devenir durante los próximos años. Lejos queda ya aquel embrión que fue la compra de una finca de 3.000 hectáreas por parte de los filántropos de WWF y la creación de la Estación Biológica. Ya lo dice el científico del CSIC y uno de los grandes conocedores de Doñana, Miguel Delibes,: "La pasión por conservar (Doñana) nublaba nuestro papel como científicos". Delibes reconoce que "hemos aprendido de la gente de la comarca y no se puede conservar sin ella". Ese es el objetivo: conservar.
El secretario general de WWF en España, Juan Carlos del Olmo, subraya que "es innegable que en estos años se han producido avances en la conservación de las marismas pero por desgracia el futuro de la zona es más incierto que nunca". Del Olmo alerta que "la presión del entorno es cada vez mayor, más incontrolable y con más capacidad de imponer los intereses locales a los generales".Los retos que se ha marcado el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza pasan por gestionar Doñana como un espacio único y desarrollar actuaciones como el Plan Especial de la Fresa, restaurar las cuencas con programas similares al Doñana 2005, mejorar la conectividad de los espacios naturales creando una red de corredores ecológicos, luchar contra las especies invasoras y declarar la comarca como zona libre de eucaliptos impidiendo nuevas plantaciones y asegurar a largo plazo la viabilidad de las poblaciones de lince ibérico y águila imperial. Del Olmo cree que Doñana "no merece un regalo de cumpleaños tan letal como el oleoducto Huelva-Zafra, que atraerá más de 100 petroleros cada año a la zona con un constante riesgo de marea negra".
