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13 de Marzo de 2009
Cientos de moguereños acudieron en la tarde de ayer a la asamblea ciudadana convocada por el Ayuntamiento de Moguer para mostrar su rechazo a la construcción del Oleoducto Balboa, un proyecto del Grupo Gallardo que atravesaría de sur a norte todo el término municipal de la localidad.
El acto, que se desarrolló en un abarrotado teatro Felipe Godínez, comenzó con la intervención del Alcalde de Moguer, Juan José Volante, que estuvo acompañado por los concejales de la Corporación Municipal, tanto los del grupo popular como los de Avema, ya que los 6 representantes socialistas no acudieron a esta concentración ciudadana de protesta y rechazo al Oleoducto. También estuvieron presentes en la sala del teatro miembros de agrupaciones ecologistas como ADENA y Mesa de la Ría, así como distintos colectivos sociales del municipio.Los miembros de la Corporación, además de mostrar un audiovisual en el que se detallaba minuciosamente el trazado propuesto para instalar las tuberías que conducirían el crudo hasta la provincia de Badajoz, analizaron las graves consecuencias, que desde un punto vista de vista medioambiental, económico y social tendría en nuestra localidad la puesta en marcha de esta Refinería, lamentando también el portavoz del grupo popular municipal Álvaro Burgos “la ausencia de los concejales socialistas en este acto, lo que nos lleva a pensar que no están en contra del proyecto, ya que tampoco se sumaron a la última moción aprobada por el Pleno contra el oleoducto”. Es necesario recordar que el trazado de esta peligrosa infraestructura incumple reiteradamente la normativa del Plan de Ordenación del Territorio de Doñana POTAD, ya que invadiría hasta 9 espacios protegidos por la Unión Europea, como el Estero Domingo Rubio, La Dehesa, importantes yacimientos arqueológicos o los escarpes protegidos que se encuentran cercanos a la carretera de Lucena del Puerto. A este ataque a los recursos naturales, habría que sumar las graves consecuencias que provocaría en uno de los sectores más importantes de nuestra localidad, la agricultura. Decenas de propietarios y empresarios verían partidas en dos sus tierras, con la consecuente pérdida de tierra cultivable y con el peligro latente de una tubería subterránea que transporta productos peligrosos y que requiere además de una servidumbre de 20 metros de anchura.Estas infraestructuras también supondrían una amenaza para varios polígonos industriales de la localidad, ya que el trazado discurriría muy cerca del de Los Arroyos, y El Algarrobito, pasando también a escasos centenares de metros de la Cooperativa Cuna de Platero y de la ermita de la Virgen de Montemayor. Otro de los grandes perjudicados con este proyecto sería sin duda el sector turístico, ya que nuestras playas se verían inundadas de petroleros que realizarían sus operaciones de carga y descarga a escasas millas de la playa de Mazagón, lo que incrementaría el riesgo de vertidos y de sufrir una catástrofe medioambiental de consecuencias irreversibles.
La puesta en marcha de esta refinería, que se instalaría en la localidad extremeña de Los Santos de Maimona tras ser rechazada por Portugal, nace con la excusa de cubrir la demanda de crudo de nuestro país, y acabar así con la dependencia exterior, pero la realidad es otra, ya que, según el responsable de ADENA, Juan José Carmona ese petróleo no se utilizará íntegramente en España, sino que buena parte del mismo será exportado a otros países.
Son muchos los Ayuntamientos andaluces y extremeños que se están movilizando para mostrar su rechazo a este peligroso proyecto, ‘que lejos de traer progreso, aseguraba el primer mandatario local, limitará el futuro de nuestros pueblos’. No obstante la negativa a este proyecto no ha sido unánime, valga como referencia que en una de las reuniones del Espacio Natural de Doñana, integrado por los 11 municipios cuyo termino municipal discurre por el entorno de Doñana, solo votaron en contra de la Refinería los Ayuntamientos de Moguer, Palos de la Frontera, Lucena, Isla Mayor e Hinojos, así como las organizaciones ecologistas y los científicos de la Estación Biológica de Doñana, mientras que el resto de Ayuntamientos prefieren mantenerse al margen.“Es curioso”, comentó en este sentido la concejala y diputada provincial Aurora Ruiz, “que las administraciones autonómica y central se opongan a la construcción de la carretera Huelva – Cádiz porque se pone en peligro la riqueza medioambiental de la zona, y que en esta ocasión los perjuicios que se ocasionarían a nuestro entorno natural no sean tenidos en cuenta”.
Después de recibir el visto bueno de la Junta de Andalucía y de la administración extremeña, el proyecto se encuentra en el Ministerio de Medio Ambiente a la espera de resolución, ya que se han enviado más de 60.000 alegaciones en las que se pone de manifiesto, entre otras muchas cuestiones, las ilegalidades del trazado o las graves consecuencias medioambientales que ocasionaría su puesta en marcha.
En el caso de que Medio Ambiente aprobase también el proyecto, aún debería dictar resolución el Ministerio de Industria.La asamblea ciudadana de Moguer finalizó con un turno de preguntas en el que representantes políticos y ecologistas dieron respuesta a las cuestiones planteadas por los ciudadanos.
En definitiva una reunión en la que el pueblo de Moguer mostró su firme compromiso de hacer un frente común contra este proyecto que mermará la calidad de vida de los pueblos afectados y dejará una pésima herencia a los que tengan que seguir habitando nuestras tierras.
