Alonso Conde en la presentación del libro "La Parada"Alonso Conde es poeta y ensayista y autor de numerosos libros. Cuenta con varios premios, entre los que se encuentran el Primer Premio Nacional de Poesía “Puente de Vallecas”, Premio Nacional de Poesía y Prosa “Miguel de Cervantes Saavedra”, por el Instituto de Alcázar de San Juan. Ha realizado recitales a lo largo de varios años en Madrid y Huelva. Tiene poemas y ensayos publicados en diversas revistas, como “Volandas” del Ayuntamiento de Punta Umbría, “Cuadernos de Roldán”, así como Cuadernillos de poemas y fandangos en las ediciones de la colección del Bar “1900"; además de varias publicaciones colectivas y un divertido ensayo sobre la muerte. “DEL FANDANGO” y LA PARADA” son sus últimos libros publicados.
El velero Arianna, hundido el 4 de marzo en MazagónPerdónenme quienes me lean que hoy hable de mí, que sea extrovertido, que no me duelan prendas cuando hablo de un barco que he amado. El “Arianna”. Cuyo nombre tallo aún en las noches de invierno, con su Rosa de los Vientos de barco de buen marear.
Yo me he sentido libre al timón del “Arianna”. Como solamente se siente un ser humano libre cuando sale de una prisión.
Esperaba la mar
tu navegar altivo,
el beso de tu quilla,
tu elegancia gaviota.
Y tuvo la ceniza
de la tierra en que pesas,
envidia de tu aire,
de tu sonrisa blanca.
Eolo sucumbió
a un encanto Levante
y cercenó la cama
donde te confiabas.
Y te arrastró en el beso
inaudito del agua,
contra el cristal de piedra
que ha segado tu risa.
Seguro resististe
como barco de porte,
mientras la mar que amabas
te acogía entre lágrimas.
Y hasta el viento confuso
hoy se ha puesto de luto,
con llanto de ballenas,
por ti, Oh, Barco!, “Arianna”.
A ese beso sobre las olas del Arianna
naufragado un triste 4 de Marzo 2009.
A mi Germán y mi Mariló,
desde su puente, al timón del corazón.
Yo me he sentido libre al timón del “Arianna”. Como solamente se siente un ser humano libre cuando sale de una prisión.
Esperaba la mar
tu navegar altivo,
el beso de tu quilla,
tu elegancia gaviota.
Y tuvo la ceniza
de la tierra en que pesas,
envidia de tu aire,
de tu sonrisa blanca.
Eolo sucumbió
a un encanto Levante
y cercenó la cama
donde te confiabas.
Y te arrastró en el beso
inaudito del agua,
contra el cristal de piedra
que ha segado tu risa.
Seguro resististe
como barco de porte,
mientras la mar que amabas
te acogía entre lágrimas.
Y hasta el viento confuso
hoy se ha puesto de luto,
con llanto de ballenas,
por ti, Oh, Barco!, “Arianna”.
A ese beso sobre las olas del Arianna
naufragado un triste 4 de Marzo 2009.
A mi Germán y mi Mariló,
desde su puente, al timón del corazón.
Alonso Conde