Inmigrantes andando por la A-494, a la altura de Palos de la FronteraFOTO: www.elpais.com
LUCÍA VALLELLANO
El peligro estaba latente. Dos personas, un vecino de Moguer, que responde a las iniciales J. P. P, de 43 años, y una mujer de 50, J. Z, de nacionalidad polaca, murieron en la madrugada del domingo en el kilómetro 6,6 de la carretera A-494, que une San Juan del Puerto (Huelva) con Matalascañas (Almonte), tras ser arrollados por un todoterreno. El todoterreno iba conducido por una mujer que resultó ilesa y que no ha sido detenida. La Guardia Civil investiga las causas del suceso.
Los temporeros se desplazan a pie por esta vía para ir a las fincas agrícolas
La A-494 está considerada como un tramo de concentración de accidentes, según la Dirección General de Tráfico. El año pasado, en época de recogida de la fresa, se registraron cuatro atropellos, aunque ninguno mortal. La carretera atraviesa gran número de fincas agrícolas de Moguer y de Palos de la Frontera y está salpicada de invernaderos a ambos lados.
La delegación de Obras Públicas y Transportes de la Junta ha presentado un proyecto para mejorar la seguridad vial en esa carretera y prevenir los atropellos de trabajadores en sus desplazamientos. El proyecto cuenta con un presupuesto de 3.534.267 euros y prevé la construcción de un acerado peatonal de hormigón con una longitud de 1.800 metros que discurrirá en paralelo a la carretera, pero separado de ésta mediante una vía de servicio, que mejorará la entrada y salida de los vehículos a las explotaciones agrícolas.
La actuación se acometerá en tres kilómetros y medio. "Nuestro cometido es eliminar ese tramo peligroso. Hay muchas fincas agrícolas con salida a la carretera, a lo que hay que añadir el trasiego de trabajadores que caminan por el arcén en sus horas de descanso", explicó el delegado de Obras Públicas, Antonio Ramos.
La A-494 se convierte, sobre todo al término de la jornada agrícola, en un área de permanente tránsito de temporeros de la fresa, que discurren por los estrechos márgenes de la vía para desplazarse a Palos, el núcleo urbano más cercano, ubicado a unos cinco kilómetros, a donde acuden para hacer unas compras o pasar unas horas de ocio. Otros braceros hacen autostop en la vía para ir a MAZAGÓN, situado a 13 kilómetros. Muchos invernaderos terminan donde comienza la carretera. Hay escasamente un metro de arcén y rozando el paso de los temporeros circulan todo tipo de vehículos, entre ellos camiones y maquinaria agrícola.
El alcalde de Moguer, Juan José Volante (PP), percibe la iniciativa "adecuada y necesaria" aunque lamenta que la Junta no le haya informado oficialmente. Su Ayuntamiento ha firmado un convenio con el de Palos y la Comunidad de Regantes para asfaltar los principales caminos a las fincas.
El proyecto de mejora de la A-494 no parece agradar del todo a los empresarios agrícolas. Enrique Rojas, un agricultor de la zona, considera positiva la iniciativa, pero cree que le perjudicará porque perderá una parte considerable de terreno. Prepelita Victoria, temporera rumana de 40 años, trabaja para Rojas. Tiene que caminar tres kilómetros hasta llegar a una gasolinera donde hay una tienda. "Cuando oscurece es más peligroso, pasan muchos coches", afirma.
El peligro estaba latente. Dos personas, un vecino de Moguer, que responde a las iniciales J. P. P, de 43 años, y una mujer de 50, J. Z, de nacionalidad polaca, murieron en la madrugada del domingo en el kilómetro 6,6 de la carretera A-494, que une San Juan del Puerto (Huelva) con Matalascañas (Almonte), tras ser arrollados por un todoterreno. El todoterreno iba conducido por una mujer que resultó ilesa y que no ha sido detenida. La Guardia Civil investiga las causas del suceso.
Los temporeros se desplazan a pie por esta vía para ir a las fincas agrícolas
La A-494 está considerada como un tramo de concentración de accidentes, según la Dirección General de Tráfico. El año pasado, en época de recogida de la fresa, se registraron cuatro atropellos, aunque ninguno mortal. La carretera atraviesa gran número de fincas agrícolas de Moguer y de Palos de la Frontera y está salpicada de invernaderos a ambos lados.
La delegación de Obras Públicas y Transportes de la Junta ha presentado un proyecto para mejorar la seguridad vial en esa carretera y prevenir los atropellos de trabajadores en sus desplazamientos. El proyecto cuenta con un presupuesto de 3.534.267 euros y prevé la construcción de un acerado peatonal de hormigón con una longitud de 1.800 metros que discurrirá en paralelo a la carretera, pero separado de ésta mediante una vía de servicio, que mejorará la entrada y salida de los vehículos a las explotaciones agrícolas.
La actuación se acometerá en tres kilómetros y medio. "Nuestro cometido es eliminar ese tramo peligroso. Hay muchas fincas agrícolas con salida a la carretera, a lo que hay que añadir el trasiego de trabajadores que caminan por el arcén en sus horas de descanso", explicó el delegado de Obras Públicas, Antonio Ramos.
La A-494 se convierte, sobre todo al término de la jornada agrícola, en un área de permanente tránsito de temporeros de la fresa, que discurren por los estrechos márgenes de la vía para desplazarse a Palos, el núcleo urbano más cercano, ubicado a unos cinco kilómetros, a donde acuden para hacer unas compras o pasar unas horas de ocio. Otros braceros hacen autostop en la vía para ir a MAZAGÓN, situado a 13 kilómetros. Muchos invernaderos terminan donde comienza la carretera. Hay escasamente un metro de arcén y rozando el paso de los temporeros circulan todo tipo de vehículos, entre ellos camiones y maquinaria agrícola.
El alcalde de Moguer, Juan José Volante (PP), percibe la iniciativa "adecuada y necesaria" aunque lamenta que la Junta no le haya informado oficialmente. Su Ayuntamiento ha firmado un convenio con el de Palos y la Comunidad de Regantes para asfaltar los principales caminos a las fincas.
El proyecto de mejora de la A-494 no parece agradar del todo a los empresarios agrícolas. Enrique Rojas, un agricultor de la zona, considera positiva la iniciativa, pero cree que le perjudicará porque perderá una parte considerable de terreno. Prepelita Victoria, temporera rumana de 40 años, trabaja para Rojas. Tiene que caminar tres kilómetros hasta llegar a una gasolinera donde hay una tienda. "Cuando oscurece es más peligroso, pasan muchos coches", afirma.
