FOTO: http://www.motorpasion.com
En el año 2006, el INTA diseñó una pila de hidrógeno pionera en España
Fuente: Hemeroteca http://www.eleconomista.es
En el año 2006, el INTA diseñó una pila de hidrógeno pionera en España
Fuente: Hemeroteca http://www.eleconomista.es
Mazagón (Huelva) 24 jun de 2006 (EFECOM).- El Laboratorio de Sistemas de Energía Terrestre del centro de experimentación de "El Arenosillo" (Huelva) diseña una pila de hidrógeno, pionera en su género en España, para su aplicación en un vehículo de serie de Santana Motor, empresa automovilística propiedad de la Junta de Andalucía.
El jefe de este laboratorio, adscrito al Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA), Manuel Felipe Rosa, destacó a Efe que este proyecto es "el más ambicioso en España y uno de los más importantes en Europa" para el uso convencional del hidrógeno como combustible de vehículos de serie.
Este proyecto, auspiciado por la Junta de Andalucía y en el que participan otros socios industriales, supone "la mayor apuesta" en España para impulsar el uso de esta energía renovable como combustible y fabricar un vehículo de motor eléctrico abastecido de hidrógeno con tecnología totalmente española.
Este laboratorio del INTA -organismo dependiente del Ministerio de Defensa- experimenta con el uso del hidrógeno como combustible desde la década de los años ochenta, cuando colaboraba con la carrera espacial estadounidense, que usa este gas como combustible de los cohetes espaciales.
Las instalaciones de El Arenosillo, de unas sesenta hectáreas y dirigidas por el coronel Rivas Gallego, se dotaron en 1990 del primer campo fotovoltáico de España para producción de hidrógeno, con una potencia de 8 kilovatios.
Los paneles fotovoltáicos captan energía solar con la que abastecen un dispositivo que, mediante el denominado electrolizador, rompe la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno para, posteriormente, almacenar este último gas en una pila que alimenta un motor eléctrico.
Esta pila está compuesta por múltiples celdas por las que circula el hidrógeno a través de unas membranas y genera electricidad continua.
Cada 0,7 kilovatios de una pila de hidrógeno equivalen a un caballo de potencia, real y no teórica como ocurre en los vehículos que usan combustibles fósiles.
La pila que se diseña para el vehículo de Santana Motor tendrá una potencia de entre 25 y 30 kilovatios.
Rosa explicó que una de las dificultades para el uso convencional de la pila de hidrógeno es su elevado coste, pues usa platino como uno de sus componente, lo que dispara el precio del kilovatio de potencia instalada hasta los 5.000 euros.
La generalización de esta energía renovable también se ve dificultada por la necesidad de recargar la pila de hidrógeno con mayor frecuencia que el llenado del depósito de un vehículo convencional de carburante, aunque Rosa matizó que, al igual que ocurrió con la telefonía móvil, el precio y las prestaciones de los motores de hidrógeno mejorarán sensiblemente cuando su fabricación se generalice.
"Técnicamente, el hidrógeno está ya disponible como combustible; el reto es su precio, por lo que se trabaja en conseguir que en 2020 el coste del kilovatio baje hasta los cincuenta dólares, y la capacidad de almacenamiento, para que pueda ofrecer las mismas prestaciones que un vehículo de gasolina o diesel", explicó.
Respecto a los riesgos del uso del hidrógeno como combustible, opinó que "no son mayores que los del gas natural o la gasolina" y recordó que en las instalaciones de El Arenosillo se trabaja con este gas desde hace 16 años "sin ningún tipo de incidente".
Precisamente una de las próximas novedades que se implantarán en el centro de experimentación del Laboratorio de Sistemas de Energía Terrestre de "El Arenosillo" será una "hidrogenera", instalación homóloga a una gasolinera destinada a abastecer de hidrógeno a vehículos experimentales dotados de motores eléctricos abastecidos con este gas.
El jefe de este laboratorio, adscrito al Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA), Manuel Felipe Rosa, destacó a Efe que este proyecto es "el más ambicioso en España y uno de los más importantes en Europa" para el uso convencional del hidrógeno como combustible de vehículos de serie.
Este proyecto, auspiciado por la Junta de Andalucía y en el que participan otros socios industriales, supone "la mayor apuesta" en España para impulsar el uso de esta energía renovable como combustible y fabricar un vehículo de motor eléctrico abastecido de hidrógeno con tecnología totalmente española.
Este laboratorio del INTA -organismo dependiente del Ministerio de Defensa- experimenta con el uso del hidrógeno como combustible desde la década de los años ochenta, cuando colaboraba con la carrera espacial estadounidense, que usa este gas como combustible de los cohetes espaciales.
Las instalaciones de El Arenosillo, de unas sesenta hectáreas y dirigidas por el coronel Rivas Gallego, se dotaron en 1990 del primer campo fotovoltáico de España para producción de hidrógeno, con una potencia de 8 kilovatios.
Los paneles fotovoltáicos captan energía solar con la que abastecen un dispositivo que, mediante el denominado electrolizador, rompe la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno para, posteriormente, almacenar este último gas en una pila que alimenta un motor eléctrico.
Esta pila está compuesta por múltiples celdas por las que circula el hidrógeno a través de unas membranas y genera electricidad continua.
Cada 0,7 kilovatios de una pila de hidrógeno equivalen a un caballo de potencia, real y no teórica como ocurre en los vehículos que usan combustibles fósiles.
La pila que se diseña para el vehículo de Santana Motor tendrá una potencia de entre 25 y 30 kilovatios.
Rosa explicó que una de las dificultades para el uso convencional de la pila de hidrógeno es su elevado coste, pues usa platino como uno de sus componente, lo que dispara el precio del kilovatio de potencia instalada hasta los 5.000 euros.
La generalización de esta energía renovable también se ve dificultada por la necesidad de recargar la pila de hidrógeno con mayor frecuencia que el llenado del depósito de un vehículo convencional de carburante, aunque Rosa matizó que, al igual que ocurrió con la telefonía móvil, el precio y las prestaciones de los motores de hidrógeno mejorarán sensiblemente cuando su fabricación se generalice.
"Técnicamente, el hidrógeno está ya disponible como combustible; el reto es su precio, por lo que se trabaja en conseguir que en 2020 el coste del kilovatio baje hasta los cincuenta dólares, y la capacidad de almacenamiento, para que pueda ofrecer las mismas prestaciones que un vehículo de gasolina o diesel", explicó.
Respecto a los riesgos del uso del hidrógeno como combustible, opinó que "no son mayores que los del gas natural o la gasolina" y recordó que en las instalaciones de El Arenosillo se trabaja con este gas desde hace 16 años "sin ningún tipo de incidente".
Precisamente una de las próximas novedades que se implantarán en el centro de experimentación del Laboratorio de Sistemas de Energía Terrestre de "El Arenosillo" será una "hidrogenera", instalación homóloga a una gasolinera destinada a abastecer de hidrógeno a vehículos experimentales dotados de motores eléctricos abastecidos con este gas.