FUENTE: Huelva Información.
En Andalucía, Almería, Granada, Córdoba, Sevilla, Málaga y Huelva están en alerta amarilla y Jaén en naranja.
Doce comunidades -Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Madrid, Navarra, La Rioja y Galicia, se encuentran en alerta a causa de las lluvias que afectan a gran parte del país y que son especialmente intensas en el este peninsular.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado la alerta naranja (riesgo importante) ante el riesgo de lluvias y tormentas en Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia, Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Jaén.
Además, están en alerta amarilla (riesgo) Baleares, Alicante, Murcia, Almería, Granada, Córdoba, Sevilla, Málaga, Huelva, Badajoz, Cáceres, Toledo, Madrid, Guadalajara, Teruel, Zaragoza y Huesca, Lugo, La Coruña, La Rioja y Navarra.
Las precipitaciones serán muy intensas en el norte de la provincia de Valencia y en la de Castellón, donde pueden acumular hasta 50 litros por metro cuadrado, mientras que se llegará a 40 litros en una hora en Tarragona y Barcelona.
La Aemet prevé que se alcancen hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora en Jaén, Cuenca, Albacete y Ciudad Real.
Se registrará una precipitación acumulada de 20 litros por metro cuadrado en Madrid, Guadalajara, Toledo, Granada y Baleares, en tanto que las lluvias serán menos intensas en el resto de provincias.
La Dirección General de Protección Civil aconseja a los conductores disminuir la velocidad, extremar las precauciones y no detenerse en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua.
Si comienza a llover de manera torrencial, hay que tener en cuenta que existe riesgo de inundación, por lo que no se deben atravesar ni a pie ni en vehículo los tramos inundados.
Ante el riesgo de tormentas, Protección Civil recomienda situarse cerca de los edificios para protegerse de la caída de rayos y recuerda a los conductores que un vehículo cerrado puede ser un buen refugio.
Si la tormenta sorprende en el campo, hay que evitar correr y permanecer en lugares elevados, como los altos de las colinas, o debajo de los árboles.