Fuente: Odiel Información
Ni el Parque Natural de Doñana, en particular, ni la Costa de Huelva, en general, están preparados para hacer frente a una catástrofe medioambiental, según han constatado los miembros de la Comisión Permanente del Consejo de Participación de Doñana.
“Inadecuados y escasos”. Así califican los miembros de la Comisión Permanente del Consejo de Participación de Doñana los planes de emergencia y medidas que existen en la actualidad para hacer frente a una catástrofe medioambiental en las costas de Huelva, en general, y de Doñana, en particular.
La Comisión se reunió ayer en Almonte para analizar las consecuencias del vertido de crudo que este verano se produjo en la línea submarina de la boya de la Refinería La Rábida de Cepsa, en Palos de la Frontera, que llegó hasta el litoral de Doñana. En declaraciones a EFE, el portavoz de WWF en la Oficina de Doñana, Juanjo Carmona, ha indicado que en el encuentro la Junta de Andalucía ha dado a conocer los informes realizados por el Espacio Natural sobre lo ocurrido en los límites de éste, y otro de la Estación Biológica de Doñana sobre las consecuencias del vertido en el interior.
“Ha quedado constatado que los efectos han sido mínimos o nulos y que ha sido la suerte la que nos ha salvado de problemas mayores”, ha señalado, al tiempo que ha informado de que, tanto en los informes como en los debates, se ha llegado a la conclusión de que durante el suceso hubo una “descoordinación importante” y que los planes de emergencias existentes son “inadecuados y escasos”.
Asimismo, ha apuntado que también ha quedado constatado que “faltan conocimientos básicos sobre el litoral de Doñana” y que, “en caso de un gran vertido, nos encontraríamos ante un gran problema”.
El incidente se registró sobre las 12:45 horas del día 30 de julio, cuando descargaba en la monoboya el buque ‘Scf Cascausus’, con bandera de Liberia, que transportaba crudo procedente de la isla de Tenerife.
Hay que recordar que cuando la empresa detectó el vertido, se suspendió la operación de descarga y se activó el Plan de Emergencia de Terminales Marítimos (Petma), así como el Plan de Emergencias del Puerto de Huelva y el Plan Nacional de Contingencias.
Ni el Parque Natural de Doñana, en particular, ni la Costa de Huelva, en general, están preparados para hacer frente a una catástrofe medioambiental, según han constatado los miembros de la Comisión Permanente del Consejo de Participación de Doñana.
“Inadecuados y escasos”. Así califican los miembros de la Comisión Permanente del Consejo de Participación de Doñana los planes de emergencia y medidas que existen en la actualidad para hacer frente a una catástrofe medioambiental en las costas de Huelva, en general, y de Doñana, en particular.
La Comisión se reunió ayer en Almonte para analizar las consecuencias del vertido de crudo que este verano se produjo en la línea submarina de la boya de la Refinería La Rábida de Cepsa, en Palos de la Frontera, que llegó hasta el litoral de Doñana. En declaraciones a EFE, el portavoz de WWF en la Oficina de Doñana, Juanjo Carmona, ha indicado que en el encuentro la Junta de Andalucía ha dado a conocer los informes realizados por el Espacio Natural sobre lo ocurrido en los límites de éste, y otro de la Estación Biológica de Doñana sobre las consecuencias del vertido en el interior.
“Ha quedado constatado que los efectos han sido mínimos o nulos y que ha sido la suerte la que nos ha salvado de problemas mayores”, ha señalado, al tiempo que ha informado de que, tanto en los informes como en los debates, se ha llegado a la conclusión de que durante el suceso hubo una “descoordinación importante” y que los planes de emergencias existentes son “inadecuados y escasos”.
Asimismo, ha apuntado que también ha quedado constatado que “faltan conocimientos básicos sobre el litoral de Doñana” y que, “en caso de un gran vertido, nos encontraríamos ante un gran problema”.
El incidente se registró sobre las 12:45 horas del día 30 de julio, cuando descargaba en la monoboya el buque ‘Scf Cascausus’, con bandera de Liberia, que transportaba crudo procedente de la isla de Tenerife.
Hay que recordar que cuando la empresa detectó el vertido, se suspendió la operación de descarga y se activó el Plan de Emergencia de Terminales Marítimos (Petma), así como el Plan de Emergencias del Puerto de Huelva y el Plan Nacional de Contingencias.