Fuente: El País
LIDIA JIMÉNEZ
El temporal de lluvia y viento que ha afectado Andalucía durante los últimos días ha perjudicado de forma especial a los inmigrantes cuyos asentamientos se reparten por campos agrícolas o zonas especialmente desprotegidas. En la provincia onubense, donde los daños causados por los vientos y las tormentas han sido de los más cuantiosos, cientos de personas han visto venirse abajo sus casas y sus posibilidades de trabajo en descampados arrasados por el agua.
Los campamentos fabricados con corchos, sillas de plástico y colchones no han soportado la embestida del clima. Es el caso, entre otros, del asentamiento conocido como Las Madres, en unos pinares de difícil acceso, entre barrizales, situados entre las localidades onubenses de Palos de la Frontera y Mazagón. Allí viven unos 200 subsaharianos, procedentes sobre todo de Guinea, Senegal, Mali o Burkina Faso (antes, Alto Volta), que, cuando comienza la época de recolección de la fresa y la frambuesa, a comienzos de febrero, ascienden a más de 1.000 residentes.
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LIDIA JIMÉNEZ
El temporal de lluvia y viento que ha afectado Andalucía durante los últimos días ha perjudicado de forma especial a los inmigrantes cuyos asentamientos se reparten por campos agrícolas o zonas especialmente desprotegidas. En la provincia onubense, donde los daños causados por los vientos y las tormentas han sido de los más cuantiosos, cientos de personas han visto venirse abajo sus casas y sus posibilidades de trabajo en descampados arrasados por el agua.
Los campamentos fabricados con corchos, sillas de plástico y colchones no han soportado la embestida del clima. Es el caso, entre otros, del asentamiento conocido como Las Madres, en unos pinares de difícil acceso, entre barrizales, situados entre las localidades onubenses de Palos de la Frontera y Mazagón. Allí viven unos 200 subsaharianos, procedentes sobre todo de Guinea, Senegal, Mali o Burkina Faso (antes, Alto Volta), que, cuando comienza la época de recolección de la fresa y la frambuesa, a comienzos de febrero, ascienden a más de 1.000 residentes.
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