Fuente: Odiel InformaciónEscrito por Helenio Ponce
El litoral de Huelva pierde cada año miles de metros cúbicos de arena por culpa de los temporales. Aunque estas agresiones no afectan por igual a todas las playas del litoral onubenses, desde la Dirección Provincial de Costas se estima que la mayoría de ellas se recuperarán de forma natural.
Exceptuando algunas playas concretas, como Matalascañas, Mazagón e Islantilla -aunque ésta en menor medida-, “que se encontraban un tanto desguarnecidas por anteriores acometidas del mar, y en las olas han tenido carnaza para atacar”, el director provincial de Costas cree que el resto del litoral “estamos confiados que se recuperará, lo único que tendremos que hacer es revisarlas y hacerles un seguimiento para que cuando se aproxime la primavera someterlas a un perfilado para recolocar la arena”.Sobre la posibilidad de construir una especie de baipás en el espigón Juan Carlos I para que la arena que llega desde el oeste pueda sortear este dique y terminar en la costa de levante, Cuena dijo que “colocar un tubo permanentemente en la zona para pasar arena de un lado a otro es una obra un poco complicada de imaginar, sobre todo porque tiene pocos precedentes como para garantizar que tenga eficacia”.
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El litoral de Huelva pierde cada año miles de metros cúbicos de arena por culpa de los temporales. Aunque estas agresiones no afectan por igual a todas las playas del litoral onubenses, desde la Dirección Provincial de Costas se estima que la mayoría de ellas se recuperarán de forma natural.
Exceptuando algunas playas concretas, como Matalascañas, Mazagón e Islantilla -aunque ésta en menor medida-, “que se encontraban un tanto desguarnecidas por anteriores acometidas del mar, y en las olas han tenido carnaza para atacar”, el director provincial de Costas cree que el resto del litoral “estamos confiados que se recuperará, lo único que tendremos que hacer es revisarlas y hacerles un seguimiento para que cuando se aproxime la primavera someterlas a un perfilado para recolocar la arena”.Sobre la posibilidad de construir una especie de baipás en el espigón Juan Carlos I para que la arena que llega desde el oeste pueda sortear este dique y terminar en la costa de levante, Cuena dijo que “colocar un tubo permanentemente en la zona para pasar arena de un lado a otro es una obra un poco complicada de imaginar, sobre todo porque tiene pocos precedentes como para garantizar que tenga eficacia”.
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