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27 julio, 2010

HISTORIAS DE MAZAGÓN


LA VILLA DE PALOS PROHÍBE A LOS VECINOS DE MOGUER VENDER Y DESCARGAR VINO EN LA PLAYA DE MAZAGÓN

Publicado en la revista MARZAGÓN 2010

José Antonio Mayo Abargues

El 14 de julio de 1433, un año antes de su fallecimiento, la regidora del señorío de Palos, Doña Elvira de Ayala, prohíbe a los vecinos de Moguer vender y descargar vino en la playa de Mazagón, y así se recoge en un requerimiento notarial en la Sección de Nobleza del Archivo Histórico Nacional. Este documento que procede de los archivos de los Duques de Osuna, fue adquirido por el Estado, el 1 de diciembre de 1927, y trasladado al Archivo Histórico Nacional en marzo de 1995.

La Casa de Osuna, constituye una de las más prestigiosas casas nobiliarias españolas debido al gran número de títulos y propiedades que acumuló a lo largo de su historia, entre los que se encuentra el Marquesado de Gribaleón.

Doña Elvira de Ayala era hija del Canciller de Castilla, Don Pero López de Ayala, y viuda de Don Álvar Pérez de Guzmán, segundo Señor de Gibraleón y fundador de la Villa de Palos. Álvar Pérez recibió en 1379, de manos del rey Don Juan I de Castilla, las villas de Palos y Villalba, como compensación por haberle arrebatado las localidades de Huelva y Gibraleón para cederlas a la Casa de Medinaceli, consiguiendo del monarca el privilegio de eximir de cualquier impuesto real a las 50 primeras familias que se instalasen en Palos. Doña Elvira de Ayala prosiguió su labor hasta que murió en 1434, dejando la villa en manos de sus hijas, Isabel y Juana, que la heredaron a partes iguales.

Hasta ahora la primera constancia histórica en la que aparece el nombre de Mazagón estaba en un documento que data del siglo XV referido a una sentencia de Pedro de Malvenda en un pleito que enfrenta a Almonte y Niebla fechada en Sevilla en 1497. El requerimiento de la regidora de Palos a los vecinos de Moguer demuestra que el nombre de Mazagón se documenta mucho más atrás en el tiempo, justo 64 años antes de esta primera cita, y que en esta localidad ya había una actividad comercial con la venta de vino en las llamadas “Posadas”, habitadas, tal vez, por aquellos primeros pobladores dedicados a las faenas propias del mar como la pesca artesanal, que era su principal sustento.

Testimonio notarial del requerimiento realizado a petición de Elvira de Ayala, viuda de Álvaro Pérez de Guzmán, (Señor de Gibraleón), a los vecinos de Moguer para que no vendan ni descarguen vino en la playa de Mazagón, término que pertenece a su villa de Palos.

Ministerio de Cultura. Sección Nobleza del AHN. Osuna, cp.93,d.15

BREVE RESUMEN DE LA TRANSCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO

En la playa de Mazagón, término de Palos, que es de mi señora doña Elvira de Ayala, martes catorce del mes de julio de mil cuatrocientos treinta y tres, estando junto a las posadas de Mazagón a la hora de mediodía, Antonio Pérez Blanco, vecino de la villa de Moguer (En el documento aparece siempre escrito como Moger), apareció allí Alfonso González Garrido, alcalde de la aduana de Palos, en presencia de mí, Juan Sánchez, escribano público de Palos y su término, y de los testigos que al final de este testimonio serán escritos sus nombres. Alfonso González Garrido dijo por palabra a Antonio Pérez Blanco que bien sabía que por muchas veces otros vecinos y moradores de Moguer habían sido requeridos para que no metiesen vino a vender en la playa de la señora doña Elvira, y que después de este requerimiento todavía metían y vendían vino en la playa, en menosprecio de la señora doña Elvira, y que por quebrantar su tierra y término lo demandaba y que así lo dijesen y apercibiesen a todos los otros vecinos y moradores de la villa de Moguer.

Antonio Pérez Blanco dijo por palabra que sabía que el alcayde de Palos que había defendido varias veces en nombre de la señora doña Elvira que los vecinos de Moguer no metiesen vino a vender en la playa. Y dijo que era verdad que había llevado a vender a la playa pan, corcho y un cuero lleno de vino.

Testigos que fueron presentes: Juan Martín de Plaza, Pedro Benítez, Alfonso Rodríguez, Gonzalo Delgado, Andrés Fernández, y yo, Juan Sánchez, escribano del lugar de Palos por mi señora doña Elvira de Ayala.