Cientos de jóvenes se hacinan en un gueto para beber entre los pinos de Mazagón, con escasa o nula vigilancia policial. Los jóvenes necesitan divertirse y tienen todo el derecho del mundo a hacer botellones, pero el gueto no es la solución. El fenómeno del botellón es difícil de atajar, y así lo decía hace ahora dos años en el artículo REFLEXIONES SOBRE EL BOTELLÓN EN MAZAGÓN, publicado en Huelva Información, y posteriormente en esta página; pero las autoridades tienen que buscar otra solución que satisfaga a jóvenes y mayores, y que al mismo tiempo garantice la convivencia ciudadana.