Antonio Bendala
Agosto. 40 grados al sol, olor a sal, brisa marinera golpeando en sus caras y arena bajo sus pies. Cualquiera soñaría con un rincón así. Y sí, se trata de Mazagón, pero no de la Playa del Parador o de las Dunas, sino del campo de fútbol Municipal cuyo terreno de juego se encuentra en unas condiciones lamentables.
Desde el año 1996, fecha en la que se fundó el Mazagón CF, padecen la misma situación. La falta no ya de césped, sino de una cantidad mayor de albero, ha convertido el campo de fútbol del equipo costero en uno de los de peor superficie de la provincia. La cantidad de tierra acumulada en algunos lugares como zona cercana a los banquillos o el área hace casi imposible la disputa de los partidos. El hecho de tener un terreno de juego en tan lamentable estado hace que su cuidado tenga que ser diario, por lo que los aspersores de agua están a pleno rendimiento durante toda la mañana para que por la tarde los jugadores del equipo puedan entrenar.
El problema radica en que Mazagón no es un municipio independiente y depende de Moguer (al menos la zona en la que se encuentra el campo de fútbol Municipal). Por ello, debe ser el consistorio moguereño el que acometa las obras de remodelación del campo de fútbol (¿playa?). “Nunca se ha echado albero al campo desde el año 96. Es más, le tuvieron que quitar una capa de arena, lo nivelaron, pero a los dos días estaba otra vez igual”, asegura Luis López, uno de los responsables del Mazagón Club de Fútbol.
Las pretensiones del club no van más allá de tener un campo en el que se pueda jugar al fútbol. “Nuestro objetivo es poder jugar sin el temor de que pueda haber lesiones. En este campo, ahora mismo eso es imposible. Con una buena capa de albero se solucionaría el tema y tampoco supone una cantidad importante para las instituciones”. La obra a realizar en el campo de fútbol Municipal de Mazagón ronda los 6.000 euros, una cantidad irrisoria para un Ayuntamiento como el de Moguer.
Luis López lamenta la situación en torno al equipo por el que él ha luchado los últimos años. “Somos de los pocos equipos en Preferente que aún tiene albero. Me da pena la situación que pasamos, ya que nadie quiere jugar aquí. Hay chavales de Mazagón que dicen que no jugarán aquí hasta que no haya un buen campo. Además, yo he visto campos peores que este, pero de eso hace muchos años”, aseguró López.
Sin embargo, parece que dentro de poco podría haber una solución al respecto. Según Luis López, “en 2010 entra en vigor una normativa que obliga a tener todos los campos de césped, por lo que o tendremos la instalación en condiciones o tendremos que jugar nuestros partidos como local en Moguer. Al menos, nos dejan sus campos para entrenar durante la semana”.
Ahí radica otro de los grandes problemas. La disputa de los partidos del Mazagón en el campo de la localidad juanramoniana podría ser una solución aceptable, pero el problema radica en que las vallas publicitarias que hay en el Municipal costero tendrían que tener cabida en Moguer, algo complicado.
La sustentación de un club amateur ha quedado demostrado –al menos en época de crisis– que difícilmente puede llevarse a cabo si no es con la inestimable ayuda de las instituciones. Sin embargo, el cuadro costero se mantiene en gran medida gracias a las ayudas económicas que percibe de las empresas de Mazagón. No en vano, aún esperan recibir varias subvenciones que tenían firmadas de años anteriores y que aún no han recibido, por lo que aún se hace más complicado el hecho de tener que cerrar un presupuesto para competir con ciertas garantías en Preferente. Cabe destacar –aunque es algo común en la categoría– que la única gratificación que tienen los jugadores es el dinero que reciben para la gasolina por desplazamiento a la hora de entrenar.
Con el presupuesto actual del club –unos 22.000 euros–, hasta los desplazamientos tienen que realizarlos en coches particulares en lugar de en autobús, como hacen la mayoría de los equipos de la categoría.
Lejos de lo que pueda parecer, la lluvia es más un aliado que un contratiempo en los partidos del Mazagón. De este modo, la arena de playa se endurece de tal forma que se puede medio-jugar al fútbol. Sin embargo, ni se disminuye el riesgo de lesión ni se puede jugar con precisión, ya que el peso del balón aumenta considerablemente.
La situación del Mazagón a la hora de practicar un deporte como el fútbol es dura, ya que cuando compara las diferentes instalaciones deportivas de Moguer y Palos de la Frontera con las suyas sale muy malparado.
Aún así, confían en que puedan tener un campo “digno” para jugar la temporada en Regional Preferente, categoría que por cierto, compartió la temporada pasada con los dos pueblos a los que pertenece la localidad costera.
Las playas de Mazagón son de las mejores de la provincia de Huelva. Muchos equipos escogen las mismas para realizar la pretemporada, algo que no tiene que hacer el conjunto adiestrado por Sergio Cruz porque tiene la playa en su campo. Lo dicho, Agosto. 40 grados al sol, olor a sal, brisa marinera golpeando en sus caras y arena bajo sus pies. Cualquiera soñaría con un rincón así. Cualquiera que no sea el Mazagón en una tarde de entrenamiento