Los padres de los alumnos de El Faro reclaman que un policía local regule el tráfico de los alrededores. Temen que suceda “una desgracia” por falta de control y civismo
Fuente: Odiel Información
Los alrededores del Colegio El Faro de Mazagón cualquier día sobre las 14.00 horas no difieren mucho de la imagen que ofrece cualquiera de los centros educativos de la provincia de Huelva. Coches en doble fila, cruces de vía inadecuados y señales de tráfico que se obvian.
Se trata de una imagen que no por habitual deja de ser peligrosa, motivo por el cual los padres de los alumnos que estudian en este centro del núcleo costero no han dudado en reclamar que se extreme la vigilancia en la zona al objeto de evitar que “cualquier día suceda una desgracia con los niños”.
“Necesitamos aquí un policía que regule el tráfico de alguna manera, porque de verdad que lo que se ve aquí todos los días es una auténtica locura”, asegura Miguel José Nuñez, cuyos hijos estudian en El Faro. “Yo me vengo todos los días temprano para poder aparcar bien, pero también para andarme con ojo y coger a los niños nada más los veo, porque es para tener miedo”.
Y es que pese a la señalización de los alrededores del colegio, son los propios padres los que muchas veces ponen en peligro a sus hijos obviando pasos de peatones y discos que prohíben aparcar.
Así, a medida que se acercan las dos de la tarde –hora de salida de los niños–, lo que apenas media hora antes era una calle tranquila se convierte en un caos en el que se combinan coches mal aparcados, niños andando por medio de la carretera, y furgonetas taponando la salida del centro educativo –pese a la línea amarilla en la acera y la señal que prohíbe el estacionamiento en un lugar que debe estar libre para cualquier clase de evacuación–.
“Por la mañana se ve allí abajo, en la esquina, a algún guardia regulando el tráfico, pero a mediodía nunca, aunque es cuando realmente hace falta”, explica otro padre, Manuel Ángel Ruiz Macareno.
Así, las reivindicaciones del colectivo se centran especialmente en este punto –la disposición de, al menos, un policía local que regule el tráfico a la salida del colegio– y en la demanda de una señalización en las zonas colindantes para “avisar de que lo que hay aquí es un colegio, porque muchos coches que no lo saben vienen a velocidades inadecuadas, y tienen que pegar el frenazo cuando se encuentran con algún niño, o con los coches que aparcan en doble fila”.
Civismo
Pero además de estas demandas a la administración local, estos padres también solicitan un mayor civismo por parte del colectivo que cada día acude a ‘El Faro’ a recoger a los niños. Sean padres, familiares o niñeras, “todo este jaleo sería mucho menor si todos cumpliésemos las normas y respetásemos la señalización”.
Algo que no se hace en la actualidad y que pone en peligro a las decenas de niños que se ven obligados a atravesar la carretera sin disponer de la visibilidad adecuada.
