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24 marzo, 2011

Mis amigos, los que ya no están (PEDRO CAROT GALÁN)

Pedro, al fondo con gafas
Un niño grande, o un hombre con un niño dentro, ese era mi amigo Pedro. Hoy recibí la triste y esperada noticia de su fallecimiento. Conociéndole solo cabe pensar que no ha fallecido, sino que ha decidido hacer un largo viaje cansado de esta vida aburrida y sacrificada para nada.
Nos hemos reído mucho juntos, Pedro era una persona extraordinaria, amable, servicial, generosa y sobre todo un fiel amigo en todos los aspectos. Persona muy responsable como adulto, aún así, tenía cosas propias de niños, igual lo veías con unos guantes en las orejas porque decía tener frío en ellas, que cantando gregoriano en un restaurante así porque si. Buen esposo y padre, ha sabido llevar con gran dignidad esa terrible enfermedad que tiene fecha de caducidad, llevando su enfermedad con gran dignidad, como si nada hubiera pasado, hasta el último momento. 61 años solo le ha permitido vivir, no se si Dios o el mismísimo diablo que injustamente le puso límite con esa edad.
Los que le conocimos nunca le olvidaremos por su gran personalidad, amistad y generosidad.
Adiós amigo Pedro. Buen viaje y hasta que nos veamos de nuevo.

Mazagón Beach
Pepe Prieto ha definido muy bien los valores humanos de Pedro Carot, un vecino preocupado por los enormes problemas de la urbanización El Vigía, donde vivía, con el que tuve la oportunidad de trabajar en la creación de la Coordinadora de Vecinos El Vigía. Pedro comenzó a elaborar un borrador para los estatutos de la asociación de vecinos, a partir del cual nos pondríamos a trabajar, pero al poco tiempo de iniciar la tarea le detectaron una grave enfermedad con la que ha estado luchando todo este tiempo, y que le ha impedido dedicarse a otra cosa que no fuera sacar su propia vida adelante. Estas Navidades me enviaba un correo felicitándome las fiestas, en el que decía que se sentía orgulloso de tener vecinos que creen en lo que dicen y que además lo cumplen y lo sacan adelante. A pesar de su enfermedad, Pedro nos ofrecía su colaboración y la de su familia para trabajar en este proyecto.

Pedro, estés donde estés, puedes estar seguro que esto llegará a ser una realidad y que seguiremos luchando por la calidad de vida de todos nuestros vecinos.

Hace poco más de una semana estuvimos charlando en la terraza de un bar, pero la enfermedad ya se había adueñado de él.