El Picacho es una zona de Mazagón que se encuentra en una situación ruinosa. Los vecinos se quejan del desprecio a las que les somete el Ayuntamiento de Moguer a pesar de los elevados impuestos que pagan
FUENTE: Odiel Información
Alejandro Moreno López
Llegan las elecciones y, cuando todos los ayuntamientos arreglan las calles que han estado levantadas y con socavones durante cuatro años, en la urbanización El Picacho de Mazagón nada cambia desde hace muchos años, demasiados. Los vecinos de esta urbanización que gobierna el Ayuntamiento de Moguer en el núcleo costero están “hartos” de la situación que tienen que aguantar.
Una situación agravada por los “astronómicos impuestos que tenemos que pagar aquí”. De hecho, hace unos meses el Impuesto de Bienes Inmuebles -conocido como IBI o Contribución- se encareció en torno a un 40%, según indican los propios vecinos. “Aqualia ya ha mandado una carta que en las próximas semanas volverá a su subir las tarifas”, lamentan los afectados.
Pasar por esta zona de Mazagón supone pasar, de golpe, a una zona tercermundista. Se aprecia claramente en qué punto finaliza la jurisdicción de Palos de la Frontera y comienza la de Moguer. En el primer caso, la calzada está recién asfaltada, pintada, los árboles y arbustos recortados. En el caso del término de Moguer, la situación en completamente antagónica: baches en los que se podría destrozar la suspensión de un coche -unos 15 centímetros de profundidad-, raíces de los árboles que han elevado la carretera provocando montículos de grandes dimensiones; aceras, cuan- do existen, sucias, levantadas y sin pavimentar, vegetación que invade las zonas de paso, son algunas de las situaciones con las que conviven la veintena de vecinos que reside en esta zona durante todo el año.
Pero esto es sólo una parte, la que afecta a la calzada. Sin embargo, el abandono de esta zona va mucho más allá. En toda la urbanización no se encuentra ninguna papelera y los contenedores “los cambiaron cuan- do Aqualia cogió el servicio. Creo que han puesto los más viejos, sucios y rotos que tenían. Y no han puesto contenedores para reciclar papel y cartón” comenta Marcos, un vecino de la zona. La iluminación de la zona por las noches es, con frecuencia, deficiente. Numerosas farolas están rotas y suelen tardar mucho en arreglarse, como comentan algunos residentes de la urbanización.
Desde ya hace meses, la vegetación es la única que pasea por un canal que había habilitado y que los habitantes de esta zona utilizaban como paseo. De hecho, en algunos puntos, se pueden apreciar cómo se han depositado montones de arena, restos de obra e, incluso, de electrodomésticos.
Además, los servicios básicos de sanidad y seguridad, también tienen enormes carencias. “Aquí nunca hay policía local. Si se le llama, tarda mucho en venir y la única que suele pasar por aquí es la Guardia Civil”, comenta Marco. “Los servicios sanitarios sí suelen llegar bien aunque no los llamamos mucho”.
Esta situación no es nueva en el Picacho. De hecho, se remonta al “año que llegó el PP al Ayuntamiento de Moguer, desde entonces no se ha hecho nada”.
Cuando llegan las lluvias, la situación es mucho peor. “Los baches no se ven porque está toda la calle llena de agua y es inevitable coger unos cuantos”.