Instalaciones del INTA en El Arenosillo, Mazagón
La idea de instalar una base de aviones no tripulados en El Arenosillo no es nueva, ya que se empezó a gestar hace más de cuatro años. Desde entonces, se han barajado diferentes ubicaciones entre las que se encuentran Cataluña, Galicia y Andalucía. Parece ser que el Ministerio de Defensa se inclina más porque esta base se instale definitivamente en las instalaciones del Instituto de Técnica Aeroespacial (INTA) de El Arenosillo, según la ministra de Defensa Carme Chacón. El avión no tripulado PREDATOR
Desde que hicieron su aparición de forma masiva en los cielos del Líbano en la guerra que enfrentó en 2006 a Israel y Hezbolá, los aviones no tripulados se han convertido en los actores principales de los conflictos armados. Los ataques de los aviones no tripulados resultan ventajosos porque no ponen en riesgo la vida de los pilotos, aunque si se llevan por delante la de muchos inocentes. Su eficacia ha sido cuestionada por el bajo porcentaje de éxito en las misiones de ataque. De los 60 ataques llevados a cabo por los aviones no tripulados estadounidenses con base en Afganistán a través de la frontera sobre Pakistán entre el 14 de enero de 2006 y el 8 de abril de 2009, sólo diez consiguieron dar con sus objetivos, matando a 14 líderes de Al Qaeda, además de matar a 687 civiles inocentes paquistaníes.
La primera generación de estos aviones, el Predator, tiene una autonomía de vuelo de 40 horas y alcanza los 25 mil pies de altura. Provee vídeos en tiempo real a las tropas y puede disparar dos misiles antitanque Hellfire. La nueva generación, el Predator B, tiene capacidad para 16 misiles, la misma cantidad que puede llevar un helicóptero Apache.
Estados Unidos anunciaba ayer su intención de desplegar aviones no tripulados dentro de las fuerzas de la coalición internacional que participan en la guerra de Libia. Los aparatos Predator se pueden utilizar como sistema de reconocimiento o como fuerza de ataque contra las tropas terrestres de Gadafi, puesto que van armados con misiles Hellfire.
Redacción Mazagón Beach