Resignación ante las adversidades, esto es lo que denotan las caras de esta pareja.
El día amenazaba y lo que ocurrió era previsible. Al poco de empezar la misa hizo presencia una llovizna, que por momentos nos hacía temer lo peor. La Virgen fue tapada con un plástico, y la gente se protegió debajo de los paraguas. A pesar de que esta llovizna nos acompañó durante toda la misa, fue un acto muy emotivo que nadie se quiso perder.
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