Ha tenido que pasar cerca de un mes para que las autoridades municipales de esta localidad, que rozan el límite de la apatía y la desidia, pusieran manos a la obra para reparar el socavón que se originó en la intersección de la calle Ancla con la calle Eslora.
El pasado 24 de mayo, publicábamos en el artículo titulado “Crónica de una Chapuza”, la odisea de un vecino afectado directamente por esta anomalía en el pavimento, en su empeño de tratar de que los responsables le dieran una solución. Pues nada, nada de nada, que por mucho que él lo intentaba, volviendo a colocar los carteles que hacían alusión a esta chapuza, eran retirados poco después por empleados municipales, que deberían preocuparse en reparar el socavón, ya que al parecer es competencia de la empresa municipal ENVISUR. La última ocurrencia que tuvo este indignado vecino fue embellecer la valla con unas ramas para minimizar el impacto visual.
Bueno, hasta ahora lo único que ha hecho la empresa municipal ha sido descubrir el socavón para averiguar el motivo que lo ha provocado, que es lo que tenían que haber hecho al principio.
Durante todo este tiempo, los autobuses escolares se han tenido que enfrentan a este obstáculo que sigue vallado, impidiendo la normal circulación y que provoca grandes caravanas que llegan hasta la Avenida Conquistadores. Esta misma mañana se formó un tremendo atasco a la hora de pasar los autobuses, y un conductor se puso a sacar fotos de este caos para dar fe de ello ante las autoridades.
Redacción Mazagón Beach