Un chiringuito de la playa anegado de aguas fecales en pleno verano
Redacción Mazagón Beach
El alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, tiene por costumbre cargarse los actos públicos en los que está presente, con un discurso desgastado, obsoleto y fuera de lugar. El señor Romero confunde el tocino con la velocidad, o dicho de otra manera: el deporte con la política, el arte con la política, o cualquier otro tipo de evento con la dichosa política.
En un reciente acto de inauguración de un importante evento que tuvo lugar en Mazagón, al que acudieron diversas personalidades que visitaban por primera vez nuestra localidad, el señor Romero dijo: «Nosotros estamos convencidos que hablando en positivo de nuestra zona conseguimos muchísimo más que hablando en negativo, y para hablar en negativo ya hay mucha gente que lo hace con unas ganas tremendas». Algunos de los allí presentes se miraron atónitos, como preguntándose: ¿de qué va esto?; otros, sin embargo, entendimos perfectamente el cabreo de Romero. Y es que al señor alcalde no le gusta que en Mazagón Beach critiquemos su nefasta gestión en Mazagón. A nosotros nos gustaría hablar siempre en positivo de este pueblo, porque lógicamente nos duele mucho más que a él, porque él no sufre las penurias diarias de los mazagonenses, pero no podemos, es imposible, y tenemos muchísimas razones:
Tres roturas del colector de aguas residuales en pleno verano que han anegado toda la playa y han espantado al turismo hacia otras zonas; mas de 800 personas aisladas en una urbanización de su término municipal desde hace más de 10 años, que tienen que acceder al centro de la localidad por caminos de tierra, atestados de baches; urbanizaciones que echan sus aguas fecales a pozos ciegos, cuando desde el año 2002 todas las aguas deben estar canalizadas hacia una depuradora; nos retiran el servicio de vigilancia de las playas antes de terminar la temporada estival... En fin, podríamos seguir hablando de la mala gestión de este alcalde en Mazagón, pero nos harían falta más de 1.000 folios para hacer una breve descripción de ella.
El señor Romero se aprovecha de la prudencia, la educación y el saber estar de las personas, para atacar en los actos públicos, con una artillería verbal, cargada de odio, contra aquellos que no son de su agrado, pero tal vez algún día esa artillería se vuelva en su contra y le salga el tiro por la culata.