El "Volcán de Tinamar" saliendo de Mazagón
Redacción: Mazagón Beach
Los ferrys “Volcán del Teide”, y “Volcán de Tinamar” que desde el pasado mes de abril realizan la línea Huelva-Canarias, pueden dejar muy pronto su base en el Puerto Sur de Huelva. La naviera “Armas”, propietaria de los buques le ha ofrecido la línea al puerto de Cádiz si le mejora la oferta de Huelva, a pesar de que allí tiene que competir con la naviera Acciona Trasmediterránea, un duro rival en el tráfico con Canarias.
Recordemos que esta línea marítima de transporte de mercancías y pasajeros, provocó un enfrentamiento entre la Autoridad Portuaria onubense y la gaditana, ya que esta última acusaba a la de Huelva de competencia desleal, al vulnerar el espíritu de la Ley de Puertos de convertir España en una plataforma logística y no entrar en competencia entre las distintas autoridades portuarias.
Es muy posible que esta decisión de la naviera sea solamente una estrategia para obtener de Huelva mayores condiciones económicas y mejores servicios, ya que después de invertir más de seis millones de euros en obras de adaptación del Muelle Sur, con la construcción de una pontona flotante para la carga y descarga de mercancía rodada y el embarque y desembarque de pasajeros, no lo van a mandar todo a paseo.
Pero esta actitud de la naviera Armas de querer llevarse ahora la línea para Cádiz, no es para nada censurable. La filosofía de cualquier empresa es dar el mejor servicio a sus clientes con la mayor rentabilidad posible. Si la naviera encuentra en Cádiz mejor infraestructura para sus servicios —que sin duda alguna la va a encontrar—, y unas condiciones económicas que le suponga un ahorro en costes, no dudará en dejar el puerto de Huelva.
La Autoridad Portuaria onubense no ha sabido mimar a esta línea marítima que supera ya los 26.000 pasajeros y un importante tráfico de mercancías en tan solo siete meses. Ha descuidado aspectos fundamentales e imprescindibles para los pasajeros, como es una terminal digna donde el pasajero tenga los servicios necesarios para hacer llevadera la espera. La terminal que prometieron en su día nunca se llegó a construir. Los pasajeros y sus familiares esperan en una explanada a la intemperie, fuera de las instalaciones portuarias, sin ningún sitio para resguardarse o tomarse un café. Todo el mobiliario existente son dos contenedores de basura y dos váteres portátiles. Lo único que se ha instalado dentro del puerto es una nave puramente comercial donde están ubicadas las taquillas para vender los billetes, y donde no hay ni siquiera una silla para sentarse.
Esta es la sala de espera de pasajeros y familiares
Al salir del ferry el pasajero se encuentra con una señal que le obliga a circular durante siete interminables kilómetros entre fábricas químicas, tanques y chimeneas. El impacto que recibe es terrorífico. El pasajero ignora que a solo cinco kilómetros de la base del ferry se encuentra la localidad de Mazagón, que pertenece al Parque Natural de Doñana, donde puede encontrar, entre otras cosas, unas maravillosas playas, una naturaleza singular, una exquisita gastronomía, y varios hoteles donde poder alojarse. Lo ignoran porque no hay ningún acceso a la carretera N-442 que une Huelva con Mazagón, a pesar de estar a poco más de cien metros de la zona portuaria.
Una única alternativa obliga a los pasajeros a introducirse en un polígono químico
Es necesario recorrer siete kilómetros entre fábricas, tanques y chimeneas para llegar a la rotonda de La Rábida
