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Por el Dr. David Linares Toro
Hoy vamos a hablar de la gripe de la cual todos hablamos pero quizás no todos conozcamos sus síntomas y la confundamos con otras enfermedades similares.
La gripe se comenzó a describir hace más de 2400 años y tratados de Hipócrates, desde entonces son numerosas las pandemias de dicha enfermedad que ha sufrido la humanidad, entre ellas la más conocida como fue la Gripe Española
¿Quién la produce?
Pues bien la gripe es consecuencia de un virus, que se fija a las células de mucosas de las fosas nasales, garganta y pulmones.
¿Cómo responde nuestro organismo?
Pues bien responde creando diferentes mecanismos de defensas, como son: linfocitos, inflamación, interferon y anticuerpos. Consiguiendo la desaparición de la infección sobre el octavo día. Con todo esto lo que ocurre es que ese tejido respiratorio que se inflama, posteriormente se necrosa (se descama para entendernos) y esto origina la mayor parte de los síntomas.
¿Cómo se transmite? Y ¿Qué lo favorece?
Se transmite a través de las gotas que salen en aerosol durante la tos o el estornudo.
Fundamentalmente se produce en invierno desde octubre a abril en el hemisferio norte y se ve favorecido por varios factores:
-Vida más hogareña lo que favorece el contacto.
-En verano la desecación de las mucosas impide la expulsión de secreciones lo que limita su transmisión.
-El virus vive más tiempo en ambientes fríos.
-El contacto escolar lo favorece.
¿Cómo se diagnostica?
En los humanos los síntomas de la gripe tienen aparición brusca, y son más graves y más duraderos que los síntomas del resfriado común. La recuperación completa se logra en una o dos semanas. El tabaco es un factor que agrava la infección.
Los síntomas de la gripe comienzan de manera brusca, los primeros síntomas suelen ser estornudos con sensación de resfriado, fiebre alta de hasta 39 °C , cansancio intenso, con dolores musculares y articulares.
Los síntomas, más frecuentes son:
-Dolor en las articulaciones y musculatura dorso-lumbar.
-Dolor y sequedad de garganta.
-Tos seca y no productiva.
-Congestión nasal y rinorrea.
-Cefalea y lagrimeo.
-Dolor retroocular.
El diagnostico diferencial es complicado ya que muchas enfermedades presentan síntomas similares: resfriado común, faringitis, etc.
¿Cómo lo tratamos?
Generalmente una persona afectada de gripe debe guardar reposo, beber abundantes líquidos, evitar el consumo de alcohol y tabaco, un fármaco que alivie los síntomas, como el paracetamol, que es antitérmico y también analgésico aliviando simultáneamente la fiebre y el dolor. Se puede asociar con codeína para así evitar la tos pues es improductiva y por lo tanto su eliminación no provoca acumulo de secreciones.
Al ser una enfermedad producida por virus los antibióticos no están indicados, salvo que se produzca una sobre infección bacteriana.
¿Se puede complicar?
Las complicaciones más frecuentes son:
-Neumonía vírica: se produce en pacientes con enfermedades de previas y suele ser grave.
-Neumonía bacteriana: suele aparecer mucosidad purulenta (verde o amarillenta), es menos grave que la anterior.
-Sd de Reyes: suele producirse en jóvenes por la administración de aspirina durante la viriasis.
-Menos frecuentes: traqueitis, bronquitis, sinusitis, otitis, etc.
¿Cuál es su pronóstico?
La mayoría de los pacientes se recuperan en una o dos semanas.
¿Cómo se previene?
Fundamentalmente mediante la vacunación, la cual esta muy recomendada en grupos de riesgo:
-Mayores de 60 años
-Menores de 5 años
-Inmunodeprimidos.
-Con enfermedad grave previa especialmente respiratoria o cardiaca.
Cada año al Organización Mundial de la Salud indica la predicción de cual es la cepa del virus que circulara ese año, pero debido a la alta tasa de mutación del virus gripal cada año cambia y por eso es precisa la vacunación todos los años.