Isaías Pascual Vallés
Puede que el asfalto de la Avenida Santa Clara todavía este caliente. Puede que desde la altura se divise mejor el terreno. Sea como sea, esta garceta ha decidido posarse en el techo de los coches y la experiencia no debe resultarle negativa cuando la ha vuelto a repetir. Estas fotos están hechas en una calle sin salida de la urbanización El Faro, aunque nuestra amiga la garceta no conduzca, parece que le gusta subirse a los coches. Como a más de un pájaro de los que conducen a toda velocidad por la Avenida Santa Clara.
A mi me ha dicho un pajarito que esto se va a acabar, los famosos badenes elevados servirán de paso de cebra. Como siempre pagamos todos las carreras de unos cuantos.