Los minusválidos
y los bebés no pueden pasear por el puerto deportivo de Mazagón, porque los “genios”
que diseñaron el proyecto de ampliación se olvidaron de ellos. La acera, que
ya de por sí es estrecha, tiene instaladas en el medio varias farolas y señales
de tráfico, que los obligan a salir a la carretera. Estas obras han sido cofinanciadas
por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Creo que alguien debería exigir
responsabilidades, porque el dinero que es de todos no se puede malgastar en
chapuzas de este tipo.