A los pies de un curioso cartel que nos aconseja que cuidemos el entorno
natural, se ha instalado una enorme escombrera que está creciendo a pasos
agigantados en medio de un precioso pinar. Primero se empezaron a acumular gran
cantidad de toneladas de escombros de la ampliación del puerto deportivo de
Mazagón, que llegaron a cubrir casi por completo algunos pinos; más tarde
algunos desaprensivos comenzaron a tirar los ripios de las obras, sanitarios,
muebles y todo tipo de objetos, convirtiendo la zona en un vertedero
incontrolado.
Desde hace algún tiempo, una máquina trituradora se encarga de
transformar esta cantidad ingente de escombros en grava, como si de una
actividad industrial se tratara, ya que siguen llegando a la zona camiones
cargados de escombros. No creo que a esta actividad se le pueda llamar
desarrollo sostenible, ya que está haciendo un daño muy importante a la
naturaleza.
La pasada semana, la Unesco comunicaba su intención de ampliar las
fronteras de la Reserva de la Biosfera de Doñana, en las provincias de Sevilla,
Cádiz y Huelva, llegando en esta última hasta las puertas del Polo Químico, por
lo que todo Mazagón quedaría incluido dentro del Parque Natural.
Los animales se acostumbran a vivir en todas las situaciones, por muy
adversas que éstas sean, y tal vez nuestro protegido lince pueda llegar a
convivir algún día con las ratas, entre los escombros de este pinar. En fin…