Foto cedida a Mazagón Beach
Así se encontraba la playa del Arroyo
Julianejo el pasado día 18 de mayo
Fuente: Huelva Información
VICTORIANO / RUIGÓMEZ
LA economía de guerra de los
ayuntamientos hace que algunos servicios, por los que cobran impuestos,
comiencen a no prestarse o hacerlo de manera discontinua. Tenía que pasar y ya
está pasando. La falta de limpieza es el primer síntoma y poco a poco aparecen
otros, como la recogida de basuras, de podas o restos de obras y cartones. No
hay dinero y cortan por lo sano. Ponen excusas y marean la perdiz, pero lo
cierto es que ya hay servicios que no funcionan como deberían funcionar. Habrá
playas, como Mazagón, que no estarán a la altura de las circunstancias porque
Palos no tiene escobas para limpiar y en Huelva se anuncia limpieza
general en parques y jardines como si fuera una novedad, cuando debe ser una
obligación diaria. Los impuestos se pagan para recibir a cambio una
contraprestación. Si no es así, mejor no pagar y no tendrán que excusarse por
no hacer las cosas. Poco a poco los vecinos acabarán pagando por recoger sus
propias miserias. Así nos va.
