Si hace poco tiempo comentábamos
que Bandido seguramente encontraría quien lo adoptase, hoy nos desmentimos.
El muy conocido ahora como
Manolito ha adoptado a media comunidad de mazagonenses a su cargo.
Si lo imagino de color gris estoy
viendo al personaje principal de la dama y el vagabundo, "Golfo".
Unos, le ponen agua en un recipiente en la puerta, otros, le facilitan pienso
en el umbral de su negocio, intenta echar a cualquier opositor, incluso
acompañado de su dueño, sin importarle el tamaño.
Lo premian con algún lomito y, a
veces, incluso intenta robarlo, puede que esta sea su perdición, aunque de
momento su fama por haber aparecido en los medios, precisamente en este, está
siendo su salvación.
Cada mañana, después de retozar
sobre el césped, haciendo cabriolas, cual ejercicio gimnástico, pasa revista
para comprobar si todos sus amigos han abierto los negocios.
Tiene raza, tiene duende y tiene
clase, seguro que afianzará su liderazgo y encontrará a su princesa, la envidia
de cualquier político, su decencia, valentía, simpatía y nobleza, marca siempre
diferencias.
Se maneja por la zona en busca de
su Reina, para compartir el famoso espagueti y terminarlo con beso. Parece que
Walt Disney lo hubiese conocido, solo falla en los colores.
Nadie lo insulta de momento, ni
habla mal de él, ni por detrás ni por delante, pero como la envidia es muy mala
que el pobre se ande con recelo, seguro que algún día lo traicionan los
envidiosos del pueblo.
Federico Soubrier