Fran Gómez
Fuente: El Periódico de Huelva
El verano empieza a llamar a las
puertas de la provincia de Huelva y el buen tiempo sirve como antesala de todo
lo que ocurrirá en los próximos meses. De esta forma, los primeros veraneantes
de Mazagón empiezan ya a poblar la localidad y de sus playas emergen las
primeras muestras de afluencia. Los fines de semana son ahora los principales
ejes de población masiva, si bien el mes de junio se ha convertido en otra
época atractiva para los turistas.
Son fechas para acondicionar a
una localidad que multiplicará por varios su actual población, en torno a los
cuatro mil habitantes y que necesitará de nuevos recursos y servicios para
poder atender a una demanda que será, como siempre, bastante amplia.
Y es que, Mazagón es una de las
zonas costeras de la provincia que más clásicas y una de las que concita a
mayor número de personas de pueblos cercanos que tradicionalmente acuden a su
cita anual con sus playas. Palos, Moguer, Bonares o Rociana son los que surten
de mayor número de veraneantes a este lugar, además de la masiva afluencia, al
igual que en la totalidad de la costa onubense, de personas procedentes de la
provincia de Sevilla.
A pesar de que todavía no ha
llegado la temporada fuerte de verano y que la situación actual de crisis
limita bastante las posibilidades económicas de una parte importante de los
españoles, en Mazagón empiezan a ser optimistas y así se pone de manifiesto en
uno de los principales hoteles del mismo. En el Martín Alonso Pinzón, “las
expectativas son buenas, cada día vamos recibiendo reservas y parece que la
previsión será buena”, explica una de las trabajadoras del hotel, Lidia Casado.
En este sentido, en este hotel el verano es tradicionalmente bastante
fructífero, ya que según explica “la ocupación en julio y agosto es
prácticamente del 100%”. Lo que también se nota en este hotel es la afluencia
de nuevos visitantes los meses de junio y septiembre, fechas “en las que
también suele venir bastante gente porque hay quiénes tienes otros gustos y
prefieren la tranquilidad de la playa”. Este ritmo no cesa durante todo el año,
pues “hay personas de climas más fríos que vienen buscando el tiempo de esta
zona”.