Páginas

09 junio, 2012

LAS VENTAJAS DE UN BAÑO MARINO

Mazagón, una playa paradisíaca
Teniendo en cuenta que los humanos estamos compuestos en un sesenta y cinco por ciento de agua y que antes de nacer pasamos largo tiempo “buceando” en el líquido amniótico de nuestras madres, paso a detallar al menos una docena de razones para que nos demos unos saludables baños este verano en nuestra magnífica playa:
1.- Curiosamente un chapuzón estimula el buen humor. Raramente  alguien sale malhumorado tras el contacto con la mar.
2.- En la mar, el peso del cuerpo se reduce a una octava parte, disminuyendo  considerablemente el trabajo que el corazón realiza en tierra firme, mejorando el rendimiento de la circulación de la sangre.
3.- La absorción del yodo, calcio y fósforo fortalece los huesos frente a roturas y enfermedades que habitualmente les pueden afectar.
4.- Las olas proporcionan un relax muscular equivalente a los masajes proporcionados por profesionales. Lo mismo sucede con nuestras finas arenas y las plantas de nuestros pies.
5.- El agua salada ejerce más presión que el aire, generándose una circulación más ágil que facilita la liberación de toxinas.
6.- Es un lugar ideal para que los mayores ejerciten sus músculos, dado que el esfuerzo será mínimo y los resultados visibles.
7.- La respiración de los iones positivos que contiene el aire o brisa marina favorecen la salud en general.
8.- Con unos minutos de baño, comprobaremos que nuestra respiración mejora y nos encontraremos más vitales.
9.- El contacto con el agua marina es beneficioso para problemas de piel, favoreciendo en general su curación, siendo preciso eliminar los restos de sal al secarse para aquellos que padecen este tipo de problemas.
10.- Al estar muy pendientes del entorno que nos rodea y de la satisfacción que nos produce, desconectamos al menos durante un tiempo de los problemas cotidianos.
11.- Mientras nos bañamos obtenemos la vitamina D-3 del sol, vital para el organismo que además evita el desarrollo de células cancerígenas.
12.- Un buen bronceado, aunque históricamente ha sido a veces evitado por motivos coyunturales, a día de hoy tiene su valor cultural.
Será necesario  puntualizar en una próxima ocasión las medidas preventivas para que obtengamos el máximo de beneficios de ese saludable baño que desde aquí les recomiendo a ustedes y por su puesto les incito a que animen a sus mayores, que por el devenir de la vida han perdido parte del estímulo necesario para arrancarse hacia la mar. A la vez, que aprovecho para recordarles que con los tiempos que corren, debemos valorar el que aún no nos cobran por ello y que el mantenimiento de nuestras costas corre a cargo de los impuestos abonados por los habitantes de los pueblos costeros, a quienes deberíamos agradecer mediante nuestro respeto a su medio ambiente los placeres que nos ofrecen sus playas.
Federico Soubrier García.