Me resulta un poco sorprendente el ver estas pintadas en las señales informativas que se encuentran próximas al cruce situado cerca del kilómetro 28 que une la carretera de Matalascañas con Mazagón, dentro de nuestra localidad, pero la verdad es que no me extraña y no es que hayamos vuelto a la reconquista, es que el sentir popular está dolido, por las diferencias y bonazas que el gobierno tiene con ellos.
Pongo las dos fotos impresas a mi vera izquierda y empiezo a pensar, ¡Moros no!. Yo que estuve aburrido de estudiar el tema de los prejuicios en sociología he de reconocer que me sentí muy molesto cuando tuve que atender el otro día a cuatro adolescentes magrebíes, dos chicas y dos chicos, que con toda la poca vergüenza del mundo se metían con mis compañeros y, de paso, vacilaban con el tiempo que pudiéramos tardar en realizarles la gestión, no pude por menos que pensar que en su país no se atreverían ni al más mínimo chiste y mucho menos a vacilarle a un funcionario marroquí, pero respeto a muchos otros que con toda la educación van pidiéndote ayuda. La condición va con la persona, no con la raza.
Algunas personas piensan que les quitan el trabajo, que se ríen de los españoles, que montan negocios y pagan religiosamente los impuestos mientras que los de otros países están exentos varios años y después cambian de nombre el negocio, continuando con la exención, hundiendo los de los españolitos; que se enteran de que si están casados cobran pagas y van y nos traen certificados de matrimonio firmados por quién sabe quién y sacan lo que pueden, todo está montado de manera que se controle los ingresos de nuestra población al dedillo, y de ellos nos creemos lo que nos cuenten, ya que esta discapacitada ejecutiva y, por supuesto, las anteriores andan y anduvieron bastante escasas de cerebro. Y a la postre están haciendo lo normal, aprovecharse de unos gobiernos regidos por quienes no les importa nada que las divisas íntegras vayan al exterior. Consecuentemente, debemos pensar que cuando los españoles iban a Alemania sucedía lo mismo. Y si nos dieran a nosotros ayudas interesantes en Pernambuco, estaríamos allí los primeros.
La culpa no es de los moros como reza el cartel, es del gobierno que se dedica a fastidiar a los oriundos y da prebendas a los extranjeros. Merece respeto que alguien pretendiendo ayudar a su familia cruce el estrecho y lo vuelva a cruzar tantas veces como sea necesario, con el único fin de enviarles algo para mejorar su calidad de vida, está claro que este sentimiento no entiende de etnias y es universal.
Para ser claro, cambiaría “Moros no”, y por repetirme me repito, ellas y ellos no tienen la culpa, por “Otro gobierno”; el problema sería ¿cuál?, creo que visto lo visto, voy camino de Bakunin, ¿mejor una anarquía?, aquí “se ha perdido el timón, la clase y la vergüenza”.
Será necesario que alguien borre esas pintadas, dan una imagen de xenofobia vergonzante para nuestra localidad. Quien quiera tiene medios para expresar su opinión y argumentarla, eso sí a cara descubierta, desde siempre los que se han tapado el rostro han tenido algo o mucho que ocultar.
Federico Soubrier García.
