Medidor situado bajo el ala del
avión C212 con el que el INTA realiza pruebas atmosféricas de partículas
saharianas en la provincia de Huelva.
Fuente: Huelva Información
CARLOS LÓPEZ
Las tormentas de arena que se
gestan en el desierto del Sáhara alcanzan España cada vez que las condiciones
climáticas se alinean para que, por acción de las corrientes, arrastren a miles
de kilómetros todo ese polvo que tiñe de rojo la atmósfera y produce esas
precipitaciones en las que se dice que llueve barro. Pero más allá de los
inconvenientes que acarrea este fenómeno meteorológico, los científicos
desconocen en profundidad la incidencia que estas micropartículas tienen en el
balance energético de la tierra y, en consecuencia, en el cambio climático. LEER MÁS