Me comentaba una amiga un día tras otro, "la cancela sigue abierta", hasta que en la última ocasión dijo "ya está cerrada", haciendo referencia a la denuncia que desde esta página se publicaba el 30 de mayo VER, en alusión a la estructura del hotel abandonado en la urbanización Faro II, sin ninguna medida de seguridad, y cámara en ristre me dirigí a Port Aventura Mazagón. Cuál fue mi sorpresa, efectivamente nuestra denuncia había hecho efecto, la puerta estaba sellada con un magnífico candado. Por arte de magia algún desconocido había convertido Port Aventura en la eterna inacabada catedral de Gaudí Mazagón, interminable monumento, feo y bonito, antiambiental pero estético, según se mire, sin deber estar allí, te dice algo, el volumen, su inmenso lleno de vacío, las vidrieras sin cristales, con transparencia de cielo. Vale la pena mirarlo, mucho más llegar a verlo, aunque por supuesto quisieras eliminarlo.
Da gusto escribir cuando tienes quien te lea y, aún más, quien te entienda.
Federico Soubrier