La urbanización ‘Pinos del Odiel’ riega sus calles con agua del mar
Nuria G. Arrayás
Los vecinos de la urbanización ‘El Vigía’ de Mazagón parecen vivir en una especie de tierra de nadie donde han de pagar un precio muy alto simplemente para llegar al núcleo urbano de esta localidad costera.
Y si los vecinos de ‘El Vigía’ han de pasar varias veces al día por este camino, la cisterna que riega con agua salada las calles también lo hace. Durante el verano “la cisterna recarga en el puerto y pasa regando cuatro veces al día”, comenta José A. Mayo, vecino de ‘El Vigía’.
La urbanización de ‘Pinos del Odiel’ está en obras -que se espera concluyan en tres años- así que sus calles se encuentran llenas de arena, baches y “muchas de ellas cortadas por las excavadoras”.
Para conseguir que el daño sea un poco menor, los vecinos lavan el coche con agua dulce cada vez que regresan a sus casas. “Eso hace que la corrosión sea un poco menor” pero, aún así, las visitas al taller mecánico son frecuentes. “Hasta que no quitas los tapacubos, no aprecias el óxido que tiene el coche”, comenta Manuel Garrido, vecino de ‘El Vigía’.
Las quejas ante esta situación han sido muy numerosas en los últimos años, y no sólo por parte de la Coordinadora de Vecinos de ‘El Vigía’ sino también por parte de vecinos que de manera particular han querido mostrar su indignación ante una situación que no ha conseguido solucionarse en años.
Y es que la mayoría del millar de vecinos que vive aquí lo hacen durante todo el año. Según explica José Antonio Mayo, “casi todos vivimos aquí, no se trata de una segunda residencia” por lo que sufren esta situación todos los días.
En este sentido, Manuel Garrido, otro de los vecinos afectados no cree que sea normal esta situación teniendo en cuenta que “se trata de una urbanización de lujo, así nos la vendieron” y no considera de recibo que tenga que pagar 1.200 euros de IBI “por vivir en una casa en la que para acceder a ella tengo que utilizar un camino lleno de baches y que, encima, destroza el coche”.
UNA CALLE RECIÉN ASFALTADA ES REGADA A DIARIO CON AGUA SALADA
La urbanización de ‘Pinos del Odiel’ está en obras -que se espera concluyan en tres años- así que sus calles se encuentran llenas de arena, baches y “muchas de ellas cortadas por las excavadoras”.
Estas obras y sus calles sin asfaltar son el motivo por el que el agua salada no sólo permanece en el camino, sino que también se acumula en los numerosos hoyos que hay en los caminos. Esto provoca que los bajos de los coches sufran las consecuencias que, obviamente, afectan a mecanismos básicos de seguridad del coche y que han de ser cambiados con mucha frecuencia, como los discos de freno, las pastillas, las correas, los amortiguadores...
Y aunque esta situación es insostenible para los vecinos, ha empeorado en los últimos años. “Antes, cuando te encontrabas en el camino a la cisterna, pitabas con el coche y dejaba de echar agua para que pasaras, ahora, ni eso”. Y es que la cortina de agua que sale de la cisterna se encuentra muy elevada por lo que los coches que pasan al lado o, simplemente, están aparcados reciben, literalmente, una lluvia de agua salada.
Las quejas ante esta situación han sido muy numerosas en los últimos años, y no sólo por parte de la Coordinadora de Vecinos de ‘El Vigía’ sino también por parte de vecinos que de manera particular han querido mostrar su indignación ante una situación que no ha conseguido solucionarse en años.
Y es que la mayoría del millar de vecinos que vive aquí lo hacen durante todo el año. Según explica José Antonio Mayo, “casi todos vivimos aquí, no se trata de una segunda residencia” por lo que sufren esta situación todos los días.
En este sentido, Manuel Garrido, otro de los vecinos afectados no cree que sea normal esta situación teniendo en cuenta que “se trata de una urbanización de lujo, así nos la vendieron” y no considera de recibo que tenga que pagar 1.200 euros de IBI “por vivir en una casa en la que para acceder a ella tengo que utilizar un camino lleno de baches y que, encima, destroza el coche”.
REDACCIÓN MAZAGÓN BEACH
La noticia de este agresivo riego ha sido emitida en el día de hoy por Canal Sur Radio y Andalucía Directo.
Ante las absurdas declaraciones del presidente de la urbanización Ciparsa, a las cámaras de Andalucía Directo, en la que trataba de justificar este riego diciendo «Antes que los vehículos están las personas» —es decir que para que no entre el polvo en las viviendas de Ciparsa, este señor está dispuesto a reventar todos los coches de los vecinos que por narices estamos obligados a pasar por esta urbanización—, los vecinos de El Vigía queremos hacer saber a todos los mazagonenses que el señor presidente tiene dos coches, una para cuando el camino esta regado, y el más nuevo para cuando está seco. No hay justificación alguna, señor presidente, empleen ustedes agua reciclada o saquen sus mangueras a la puerta, y que les cueste a ustedes el dinero y no a los que somos ajenos a este problema.
La calle Mástil, una calle que nada tiene que ver con la urbanización Ciparsa, que pertenece al término municipal de Moguer, es regada a diario con agua del mar. Mazagón Beach ha podido comprobar en más de una ocasión, que la cisterna cuando sale de la calle Canoa y dobla hacia la calle Mástil, abre la cortina de agua empapando por completo la calle. Esta calle que ha estado más de treinta años en unas condiciones intransitables y que fue asfaltada hace escasos meses, será destrozada en poco tiempo. ¿Es que a nadie le importa lo que pasa en Mazagón? Alguien está obligado a exigir responsabilidades.
SILENCIO ABSOLUTO DE LOS AYUNTAMIENTOS
Desde hace varios años los vecinos de El Vigía, tanto a través de la Coordinadora de Vecinos El Vigía, como a nivel particular, hemos solicitado por escrito al Ayuntamiento de Palos de la Frontera el cese inmediato de este riego, pero jamás hemos recibido respuesta. Este año por primera vez, el responsable de esta página decidió solicitarlo también al Ayuntamiento de Moguer, que también tiene competencias en este camino. Hasta la fecha no hemos recibido respuesta. Los ayuntamientos sólo escuchan al ciudadano en el mes de septiembre cuando tienen que pagar el IBI.
