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14 agosto, 2012

OLIMPIADAS DESDE MAZAGÓN

 
Los cinco anillos que forman el símbolo olímpico representan a los cinco continentes y se encuentran entrelazados en señal de amistad deportiva. Este evento, que nació en Grecia en honor al dios Zeus, ha dado la consideración de Héroes Nacionales a todos los que han representado como Olímpicos a su país a lo largo de los tiempos.

He tenido la gran suerte de conocer a dos de ellos, del primero me extrañó recibir una llamada en la que se presentó así “Hola soy Vicente Ramos, jugador de baloncesto del Real Madrid. Me voy a acercar a Huelva y me gustaría que me firmases un libro. ¿Podríamos tomar una cerveza?”. Después de, por supuesto, decirle que sí, me asomé a internet y quedé perplejo del palmarés que tenía, me llamó la atención una foto suya luchando por un balón, posiblemente una de las mejores tomadas en una cancha de básquet.

Aquella leyenda era la que me iba a firmar autógrafos y no al revés. Pasamos los tres una magnífica velada charlando de todo un poco y, al final, nos trajimos las fotos dedicadas por este héroe, sencillo como la vida misma, campechano y bonachón.
El segundo, fui yo a conocerlo y lo tenemos aquí, en nuestra localidad. Tras enterarme por está web de que teníamos un Campeón de Tiro con Arco, Pepe Prieto, me acerqué por la Taberna que regenta en la calle Ancla. Le comenté que necesitaba una información sobre unas flechas para retocar una novela terminada y que había oído que era Campeón Olímpico, a lo que humildemente me contestó, “Solo olímpico, pero sí campeón de España de Tiro con Arco en todas las modalidades”. Me fue muy grato el escuchar las vivencias que el deporte le había reportado, contadas con una naturalidad pasmosa. Ese día nació una buena amistad que espero perdure en el tiempo.
El mazagonense Pepe Prieto Escaso, galardonado el pasado día 23 de abril en la XXV Gala del Deporte de Huelva como deportista olímpico.
Sorprende ver cómo personas que han sido seleccionadas entre millones de habitantes de un país por tener una capacidad sobresaliente y destacar notablemente sobre los demás en algo específico, sean tan del pueblo, asequibles y cordiales, cuando tantísimos otros y otras, que simplemente han heredado o sido puestos a dedo en algún sitio, se permiten darse un baño de ridícula pompa. En fin, hemos tenido mucha suerte de poder conocer y congeniar con estos héroes, en la antigua Grecia habrían sido venerados por el pueblo y laureados de por vida.
Federico Soubrier García