Realizado con los tapones de las botellas
por Rocío Aranda, sus sobrinos de 9 y 10
años y la abuela de éstos.
Rocío Aranda
¿No da que pensar cuantos tapones hemos tirado al
cubo de la basura sin pensar lo útiles que podrían llegar a ser? Desde que en
muchos hogares sabemos que podemos aportar nuestro granito de arena guardando
estos pequeños “botones de colores” y así podemos ayudar a que una persona que
lo necesite esté cada día mas cerca una mejora de su calidad de vida.
Muchos de nosotros tenemos en nuestras casas ese
pequeño rinconcito donde guardamos los tapones para que entre todos
ayudemos a quien lo necesita.
¿Y que decir si esa personas es encima un vecino de
tu localidad? Pues aún más interés… Yo soy vecina de la Urbanización Faro IV de
Mazagón y una familia de la misma tuvo la genial idea de poner una caja en la
puerta de la piscina para que entre todos y todas pudiéramos depositar
nuestros tapones.
Cada día veo cómo los vecinos dejan sus bolsas
contribuyendo a que Alejandro y su familia se sientan arropados por sus vecinos
y por tantas personas anónimas que se suman a la causa. Estamos en tiempos en
los que pedir una ayuda económica es casi imposible, pero pedir que guardes
tapones y que se los facilites a esta familia debería de ser “una obligación”.
Por ello desde mi casa nos pusimos las pilas y
desde Córdoba mi familia en su maleta de vacaciones con los bañadores y
toallas para la playa han traído bolsas de tapones, como desde El Portil, a
través de mi hermana y la familia de su marido recogen en su casa y en un
kiosco de la localidad centenares de tapones. Desde un centro sanitario también
han llegado cajas con tapones de material sanitario…y es que son tantos los que
se necesitan que por todos lados por donde voy no dudo en agacharme a quitarle
el tapón a la botella que veo en el suelo o incluso haciendo el camino del
Rocío decirle a los peregrinos que guardaran en sus mochilas los tapones de las
botellas que bebían. Hay mucha gente que aún no lo sabe, así que TÜ que estas
leyendo esto, ésa es tu misión, difunde este mensaje y la importancia de ello.
Me alegra que en la Urb. Faro IV los vecinos se
hayan volcado de esta manera a esta iniciativa, y que aunque ya quedemos menos
en el mes de septiembre aún se siguen recogiendo tapones, y que durante el
invierno seguiré con la “tarea” y que entre todos ALCANCEMOS EL OBJETIVO DE
ALEJANDRO Y SU FAMILIA… ¡PODEMOS!!