El nuevo responsable del
instituto avisa de las amenazas urbanísticas y cinegéticas
Acantilados de Mazagón
Foto del archivo de Mazagón Beach
Fuente: www.diariodesevilla.es
ANTONIO FUENTES
Doñana siempre está en el punto
de mira. La preocupación por lo que suceda en esta reserva natural única en
Europa preocupa a administraciones, conservacionistas y científicos. Estos
últimos disponen desde la declaración del parque nacional, en 1964, de la
Estación Biológica de Doñana, un centro dependiente del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) que se constituye en una vigía permanente de
la biodiversidad del espacio. Juan José Negro dirige el instituto desde este
verano, tras cuatro años de vicedirector con Fernando Hiraldo.
No me preocupa la gran playa del parque nacional, creo que nunca habrá
usos distintos de las actuales, pero en el caso de otros espacios con menos
calificación, se debe conjurar el riesgo desde las dunas fósiles hasta Mazagón,
y existen medios legales para que no haya desarrollo urbanístico. Doñana puede
generar beneficios socioeconómicos tal como es; volver al ladrillo sería
suicida, matar a la gallina de los huevos de oro en el caso de Doñana. Leer más