Noticia publicada en el diario
"La Nueva España" de Gijón sobre la piragüista mazagonense Irene
Pascual
La grupista Sara Ouzande acoge en su casa a la onubense
Irene Pascual tras el cese de actividad del CAR de Sevilla
Fuente: www.lne.es
GIJÓN, J. J. Sara Ouzande e Irene Pascual se conocieron en
una competición de piragüismo en el año 2010, una es gijonesa y la otra
onubense y a pesar de la distancia se hicieron amigas. En aquellos momentos
ninguna de las dos podían imaginar el giro que esta amistad iba a producir
especialmente en la vida de Irene. Esta andaluza de 17 años llevaba un par de
años entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de Sevilla, pero el pasado
verano quedó patente la falta de fondos para continuar con sus actividades.
Irene se quedó en ese momento sin
un lugar para entrenar lo que en la práctica le obligaba a dejar el piragüismo.
Sin embargo su desgracia llegó a oídos de Sara quien propuso en su familia
acoger a Irene y que ésta empezase a entrenar con el Grupo. Sus padres no
pusieron impedimento alguno porque la llegada de una joven de 17 años no les
asustaba en absoluto, ellos están acostumbrados porque desde hace varios años
acogen durante los veranos a niños saharauis.
La relación entre ambas era ya
bastante estrecha porque Irene había pasado con anterioridad parte de sus
vacaciones en casa de Sara y ésta a su vez le había devuelto la visita. Así que
cada una conocía a la familia de la otra y viceversa, lo que ayudó a la hora de
tomar la decisión de trasladarse a Gijón.
El siguiente paso fue hablar con
la directiva grupista quien también acogió bien la idea porque Irene suponía un
buen refuerzo para el equipo femenino. La familia de Irene fue la siguiente en
tratar de convencer y, aunque reacios en un principio, tras una conversación
entre los progenitores de ambas dieron su consentimiento y a finales de
septiembre Irene llegó a Gijón a tiempo para matricularse en el instituto
Calderón de la Barca y ponerse a las órdenes de Almudena Ávila, responsable de
la sección de piragüismo del Grupo Covadonga.
«No me costó tomar la decisión»
reconoce Irene quien además ha tenido la suerte que en su misma clase está otro
piragüista del Grupo, Rubén Tuset, lo que le ayudó a integrarse. Ahora lleva
algo más de dos meses y ya se ha adaptado a su nueva vida y echa pocas cosas de
menos, incluso ni el frío es un obstáculo. «Cuando estaba en Sevilla llamaba
poco a casa y al venir aquí lo hacía más a menudo hasta el punto de que mi
madre pensó que no me encontraba bien y tuve que convencerla de que no era
así».
Ávila define a Irene como «una
chica técnicamente muy buena y que tiene una gran capacidad de mejora». La
andaluza trabaja ya con el resto del equipo grupista y su entrenadora tiene
puesta en ella muchas esperanzas para que se integre en el K-4 y éste pueda
mantener el elevado nivel mostrado la pasada temporada en la que quedó campeón
de España con Miriam Vega, Celia Ramis, Paula García y Ana Martínez. Estas dos
últimas han pasado a la categoría senior y precisamente Sara e Irene son las
elegidas para sustituirlas. Hasta ahora nunca se habían enfrentado directamente
en competición pero este año comenzarán a hacerlo en las competiciones
regionales que darán comienzo en febrero, luego llegarán las nacionales.
Irene irá a su pueblo, Mazagón,
para pasar la Navidad, pero en enero volverá a Gijón para seguir practicando su
deporte favorito