Federico Soubrier saludando a Ernesto Pérez Domínguez "Capitán Salitre" (derecha)
Publicado en El Periódico de Huelva el viernes 4 de enero de 2013
Cuando
mi amigo Manolo Pedraza me presentó a Ernesto Pérez Domínguez le di la mano y,
en ese instante, noté que era una persona especial. Estrechar los cinco es como
probar la primera cucharada de un plato,
te dice casi todo lo que viene detrás. Solo un rato de charla para saber que
él, el Capitán Salitre, además de un aventurero lobo de mar, es una persona noble
y humilde, de esas que podrían presumir de mucho y no lo hace, porque no lo
necesita.
En
nuestros continuos encuentros en Mazagón fui descubriendo que había navegado con
el Príncipe de Asturias, quien le llamaba “Palermo” y su elenco de almirantes y
capitanes de navío de la Armada Española, en La Niña y en varias regatas, que
dio la vuelta al mundo en la réplica de
las Tres Carabelas, que fue extra en películas como “Inquisición”,
protagonizada por Marlon Brando y mil anécdotas más.
Fuimos
a conocer la taberna que regenta y lleva su apodo, quedando gratamente
satisfechos de encontrarnos casi un museo náutico, de confortable acogida y con
alma de barco, coronada por un título, su singular cartilla de embarque y por
la medalla que le queda, la del Mérito Naval, insigne condecoración hermana de
la otra que ya no está, la de Isabel la Católica, debido a un mal descarte.
Me contó
que había leído un libro, hoy perdido, llamado “Marrajera” e inmediatamente se embarcó para pescar tiburones en un
palangrero. Al día siguiente me presenté con un ejemplar para prestárselo, pues
lo tenía desde joven por lo espectacular de sus fotos, comentó “Libro
prestado casi siempre perdido y siempre estropeado”. Así pues, lo ojeamos
juntos. Echamos un rato en el que la increíble memoria del Capitán me
sorprendió; recordaba los nombres de los marineros, fotógrafo,
escritor, barco, puertos y, cómo
no, todo tipo de peces.
La
humanidad da hombres así, con cuentagotas, y sus pueblos de origen están
representados por el mundo gracias a ellos. Nombrado hijo adoptivo de Columbus,
Texas. ¿Nuestro reconocimiento cuándo? Aprovecho para felicitar a Ernesto y le
deseo suerte en su inminente singladura con destino a Panamá. Buena travesía.
Federico Soubrier García