Fuente: El Periódico de Huelva
Fernando Romero
Aquel que todo lo ve. El 'Gran
Hermano' de la investigación ecológica. La Estación Biológica de Doñana ha
aplicado los últimos avances tecnológicos para colocar un 'ojo' en el cielo y
monitorear el comportamiento de la fauna del espacio natural, así como realizar
"mosaicos" de la vegetación. Es decir, ha introducido el uso de
sistemas aéreos no tripulados (UAS) para poner en marcha un sistema de
vigilancia ambiental.
Este impulso tecnológico ha
estado enmarcado dentro del proyecto Aeromab ('Aerospace Technologies applied
to Biodiversity Conservation'), que en estos momentos cumple su quinto año y
cuyo objetivo es discernir cuáles pueden ser las aplicaciones medioambientales
de los aviones no tripulados manejados desde tierra.
"El uso de esta tecnología
nos permite realizar censos de animales o, por ejemplo, estudios ambientales en
los humedales", puntualizó el director de la Estación Biológica de Doñana,
Juan José Negro. En el ámbito de la fauna el empleo de 'drones' eléctricos
(aviones no tripulados' alimentados por baterías) permite "no interferir
con los organismos vivos que se censan. Si realizamos censos de gansos o
ciervos, éstos tendrán comportamientos habituales y no se espantarán",
puntualizó Juan José Negro.
Su utilidad también circunda la
posibilidad de confeccionar mosaicos vegetales del Espacio Natural de Doñana, a
través de su monitorización, o catalogar las líneas eléctricas que
potencialmente son más peligrosas por una posible electrocución durante su
vuelo de aves en riesgo de extinción, como las águilas imperiales. Además,
tiene otros usos sobre la protección de la biodiversidad del espacio como la
detección de vertidos tóxicos o de residuos negros a las marismas durante los
temporales.