El pasado miércoles 6 de febrero,
un camión cargado con 9.000 kilos de tapones de plástico salió de Palos de la
Frontera con destino a una planta de reciclado de Palencia. Entre esos tapones
va la ilusión de unos padres que esperan que lo que se obtenga de su venta
pueda contribuir a mejorar la calidad de vida de su hijo Alejandro, un joven de
Mazagón de 16 años que sufre una lesión cerebral a consecuencia de un accidente
de tráfico que sufrió cuando tenía dos años, y que será sometido a tratamiento
para intentar mejorar su estado el próximo mes de marzo.
Los padres agradecen la ayuda de todas
aquellas personas, asociaciones y entidades que se están volcando con esta
campaña que iniciaron el pasado año, y esperan que continúen con su solidaridad,
ya que el tratamiento puede ser largo y muy costoso.
Respondiendo a la solicitud del
padre, el alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, cedió a cuatro
operarios municipales para la carga del camión en el R-4 de esta localidad,
donde se está almacenando todo este volumen de plástico.