Esta mañana hemos podido
comprobar que no aparecían por la playa las temidas medusas, conocidas como carabelas o fragatas portuguesas (algo habrá tenido que ver el norteño), a la vez que nos ha encantado ver
que con el buen tiempo muchos grupos de pescadores dispersos a lo largo de la
orilla, al igual que los de la fotografía, se preparaban para pasar una
magnífica jornada de pesca. Desde luego la maravillosa vista que presenta la
mar en Mazagón y las expectativas de capturar las primeras doradas o robalos,
después de los temporales, suponen una magnifica alternativa de ocio para el
fin de semana.
Federico Soubrier
Federico Soubrier