En un artículo
de Federico Soubrier publicado en esta página, nos hablaba de esa carretilla
minera que embellece el parque de la calle Arenas Gordas, y que nos une con la
sierra en un extraño pero curioso hermanamiento. Esta semana hemos podido
asistir a otro hermanamiento entre el mar y la sierra en la “Taberna Nino”; dos
productos estrella de estas dos zonas se unían por un momento en la terraza de este
restaurante, mientras la romana determinaba el peso de la pieza, que alcanzó
los 17 kilos. El afortunado que pescó este ejemplar se llama Nicolás Espinosa, un
sanjuanero aficionado a la pesca deportiva que tiene el récord de capturas de
corvina de esta costa.