La zona de pesca está comprendida
entre la Torre
del Oro y la playa de Las Dunas, y es en la actualidad una de las más ricas de
la costa de Huelva
Los mariscadores tirando del rastro con los primeros rayos de sol
A las siete de
la mañana, puntuales a la cita, llegaron a la explanada de la playa del Parador
de Mazagón, lugar por el que acceden con sus vehículos hacia los diferentes
puntos de pesca. Mariscadores de Huelva, El Rompido, Cartaya, Lepe y Mazagón, intercambiaban
impresiones sobre el viento y la marea, antes de decidir el lugar donde calar o
pinchar el rastro. Habían abandonado la playa pasadas las once de la noche, aprovechando
una buena marea, y a las ocho de la mañana ya estaban otra vez en el agua. Hoy
han decidido quedarse en la misma playa del Parador, ya que la noche anterior
se había dado bien.
La zona de
pesca de la coquina de Mazagón —Entorno de Doñana—, está comprendida entre la Torre del Oro y la playa de
Las Dunas, denominada como sector 9. Mazagón es en la actualidad una de las
zonas de la costa de Huelva más rica en coquina, una coquina que debería tener
su denominación de origen como “Coquina
de Mazagón”.
Mapa sectorial
El trabajo de
la coquina es duro, de mucho esfuerzo físico en el que tienen que soportar las
continuas inclemencias del tiempo y las condiciones adversas del mar. Para más
inri tienen que luchar en los despachos de las Administraciones contra los
piratas que a diario asaltan las playas sin la correspondiente licencia para
mariscar, que capturan este molusco indiscriminadamente y lo malvenden tirando
los precios por tierra. Estos mariscadores ilegales —muchos de ellos con
grandes problemas económicos que se ven empujados a realizar este trabajo para
poder subsistir; otros, simplemente para sacarse un sobresueldo—, llevan los
mismos trajes de neopreno que los legales y usan los mismos rastros; a simple
vista no hay nada que los diferencie, sin embargo, hay un detalle que los
delata: Los legales faenan con el agua casi al cuello, mientras que los
ilegales lo hacen poco más arriba de la rodilla para salir corriendo a la
orilla cuando ven venir a la Guardia Civil,
pues mientras no los cojan con las manos en la masa, a pesar de haber
suficientes pruebas evidentes, no los pueden denunciar.
La coquina capturada se va metiendo en este
flotador hasta que consideran que ya hay la cantidad suficiente para salir a
tierra y seleccionarla
Otro de los
problemas con los que se tienen que enfrentar estos mariscadores que cumplen
rigurosamente con la normativa, son las embarcaciones ilegales que faenan con
rastro remolcado a menos de cincuenta metros de la playa, esquilmando el
caladero de coquinas con esta práctica agresiva que está afectando al medio de
vida de los pescadores artesanales que cuentan con todos los permisos.
Los mariscadores seleccionando la coquina.
La que no da la talla es devuelta inmediatamente al mar
El daño que
los bañistas hacen al sector con esas pequeñas capturas que hacen mientras
disfrutan de las playas, es algo muy serio que las autoridades han de tener en
cuenta, pues según sus cálculos, este furtivismo desapercibido puede llegar a
capturar más de una tonelada diaria de coquinas. Los mariscadores exigen una
vigilancia seria al intrusismo y que se señalicen las playas con carteles que
adviertan de las sanciones que supone la práctica ilegal del marisqueo, que
tanto daño está haciendo a este colectivo
Antonio Tomé García es el único mariscador
de Mazagón con licencia
Antonio Tomé
García es el único mariscador de Mazagón que cuenta con licencia, aunque hay
cuatro mariscadores más de Moguer con los papeles en regla que faenan en esta
zona. Antonio se queja de la difícil situación que está atravesando el sector:
«Los meses de marzo y abril no podemos pescar por parada biológica para la cría
y engorde del molusco; a estos dos meses sin actividad y sin poder llevarnos un
céntimo a nuestras casas, hay que sumarle los cierres sectoriales —que son
continuos— por la presencia de toxinas, además de las paradas obligadas por los
temporales». La coquina es un sector muy castigado que lucha por sobrevivir en
estos tiempos tan difíciles.
Jose Antonio Mayo Abargues