Ayer asistimos a las pruebas de un nuevo radar europeo en las instalaciones que el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial
(INTA) tiene en Mazagón.
Por un momento los médanos de la base del INTA se
convirtieron en la Torre
de Babel. Técnicos de España, Turquía, Alemania, Holanda, Francia, Italia y
Noruega, instalados entre los pinares, probaban un sofisticado sistema de radar
en el seguimiento de un Avión Blanco SCRB-1. Por razones obvias el radar que se
estaba probando no ha sido fotografiado, pero sí nos han permitido hacer un
reportaje completo de todas las pruebas.
Las pruebas comienzan por la
calibración de los equipos de medida; para ello se lanza un globo inflado con
helio, que lleva una esfera metálica como objeto de calibración.
El globo en el aire es detectado
por los equipos de medida.
Panel de control de la base.
El Avión Blanco en la rampa de lanzamiento.
Preparativos previos al lanzamiento.
El avión despega de la rampa.
El despegue se ha realizado con éxito
y el avión comienza a ser dirigido desde la base.
El Avión
Blanco SCRB-1 lleva un depósito de combustible con una capacidad de 9 litros de queroseno,
mezclados con un 5% de aceite. El aparato es capaz de alcanzar los 360 km/h , aunque en esta
ocasión voló a algo menos de 200 km/h, ya que así lo requerían las pruebas.
Sistema Director
Optrónico de navegación.
Desde el interior de este módulo
se controla el Sistema Optrónico.
Los técnicos del Optrónico efectúan
el seguimiento a través de las imágenes.
De izquierda a derecha, el Jefe de la Sección Técnica de
Aviones Blanco y el piloto de tierra.
En el monitor del panel de
control se sigue la ruta del Avión Blanco.
La operación se da por concluida y el avión abre el paracaídas
para ser recuperado poco después.