En su día, Inmaculada Gómez me
autorizó su uso para lo que quisiera y, desde aquí, se lo agradezco de
nuevo. Me ha costado bastante encontrarla, ya que estaba perdida entre mis
archivos, pero la mantenía en la retina por considerarla especial. No me cabe la
menor duda de que cualquiera que la contemple verá mucho mas allá de lo que yo
pueda explicar sobre la fuerza de la naturaleza y el intento de las aguas por
volver a su génesis. Sencillamente, una lucha de poderes de la que saben
bastante más los marineros que, a menudo, se topan con ellas.
Federico Soubrier García.